Cáritas, Confer, Delegación de Migraciones, Jesuitas Murcia, Jesús Abandonado, Justicia y Paz, Manos Unidas y Proyecto Hombre se suman en la celebración de esta convocatoria en la Diócesis de Cartagena, puesta en marcha por iniciativa del Papa Francisco y que se conmemora en todo el mundo eldomingo,18 de noviembre.

La idea de impulsar esta Jornada nació el 13 de noviembre de 2016, coincidiendo con el cierre del Año de la Misericordia y cuando en la Basílica de San Pedro el Santo Padre celebraba el Jubileo dedicado a las personas marginadas. De manera espontánea, al finalizar la homilía, Francisco expresósu deseo de que "quisiera que hoy fuera la "Jornada de los Pobres"".

Esta celebración que se celebra cada año y en toda la Iglesia universal el último domingo del tiempo ordinario, el domingo XXXIII, previo a la fiesta de Cristo Rey— es una ocasión idónea para poner de relieve el protagonismo de los más pobres en la vida de las comunidades.

El lema bajo el que se convoca esta II Jornada "Este pobre gritó y el Señor lo escuchó"— está tomado del salmo 34. Son unas palabras que, como señala Francisco en su mensaje para la jornada, "se vuelven también las nuestras a partir del momento en que somos llamados a encontrar las diversas situaciones de sufrimiento y marginación en las que viven tantos hermanos y hermanas, que habitualmente designamos con el término general de `pobres´".

En torno a esta celebración se han realizado vigilias de oración en distintos puntos de la Región de Murcia como muestra de unión dea toda la Iglesia Universal en esta Jornada Mundial de los Pobres. Una Iglesia que, en palabras del Papa Francisco, debería ser pobre y para los pobres.

Las conferencias "Pensamientos del Papa sobre migraciones", impartidas por el obispo de Astorga y presidente de la Comisión de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Juan Antonio Menéndez, han permitido profundizar sobre el mensaje de movilización que dirige el Santo Padre a la comunidad crisitiana y que se resumen en cuatro verbos: Acoger, Proteger, Promover e Integrar a la las personas migrantes allí donde lleguen.

La Jornada Mundial de los Pobres ha permitido la reunión de más de un millar de voluntarios de distintas realidades sociales de la Iglesia en la ciudad de Cartagena. Un momento importante en este encuentro ha sido la celebración de la Eucaristía en la explanada del puerto de Cartagena. Un lugar simbólico donde, según la tradición, llegó el Evangelio traído por el apóstol Santiago desde el otro extremo del Mediterráneo.

Al puerto de Cartagena llegan cada vez más cruceros con turistas procedentes de todo el mundo, y cada vez más llegan también pateras cargadas de migrantes que huyen del hambre y la violencia buscando mejores condiciones de vida. En su éxido, estas pateras recuerdan a la comunidad cristinana que este mundo no definitivo hay que aspirar a hacerlo más humano y más fraterno.

Los movimientos sociales de la Iglesia recuerdan que uno de los objetivos prioritarios de la celebración de la Jornada es redescubrir el valor de estar junto a las personas más pobres y vulnerables de nuestras comunidades, a través de la oración comunitaria y la celabración de la Eucaristía como expresión de la mesa compartida en familia.

Cáritas, junto al resto de entidades, invita a seguir el ejemplo de la primera comunidad cristiana que perseveraba en las enseñanzas de Jesús, en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones, aprendiendo a vivir unidos y compartiendo los bienes que repartían entre ellos para que ninguno pasara necesidad (Hch 2, 42. 44-45).

De acuerdo a los datos aportados en la última Memoria de actividades de la Conferencia Episcopal, más de 4.7 millones de personas en situación de precariedad social fueron acompañadas y atendidas en alguno de los 9.110 centros sociales y asistenciales de la Iglesia en todas España.