Durante las últimas semanas se ha mantenido una elevada expectación esperando la reunión de los magistrados del Supremo para resolver la situación del “impuesto de las hipotecas”.
Por fin, hemos asistido al espectáculo bochornoso protagonizado por el Tribunal Supremo, donde se rectifica a sí mismo. Ciudadanos, asociaciones de consumidores, partidos políticos, asociaciones de jueces,…todos coinciden en manifestar su estupor y desacuerdo con este fallo judicial.
A fecha 16 de octubre, tres sentencias establecían que tenía que ser la banca -el prestamista-, y no el cliente -el prestatario-, el que se hiciera cargo de la citada tasa.
Finalmente, el Tribunal Supremo ha dictaminado que es el cliente quien tiene que pagar el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD). El polémico debate ha durado dos días, llegando a un empate. Situación esta que se ha dirimido votando a favor de la banca el presidente de la sala, resultando que por 15 votos contra 13 el pleno decidió desestimar los recursos planteados.
Resulta a todo entender, un fallo judicial incomprensible y que ha dejado estupefacta a la gran mayoría de la ciudadanía. Máxime cuando se plantea la hipótesis del daño que generaría el tener que devolver unos 5000 millones al mas del millón y medio de españoles afectados; pero parece que todas las partes se olvidan de las decenas de miles de millones de euros que se regalaron a la banca para su rescate y que a fecha de hoy ni han devuelto, ni parece que lo harán.
Desde Democracia Plural Murcia, manifestamos que jamás se debería haber convocado esa reunión. Que el presidente de la sala tercera del Tribunal Supremo, Luis María Díez Picazo, no ha sabido en modo alguno gestionar la situación y que esto influye muy negativamente en la imagen del Tribunal Supremo y de la Justicia, entre los ciudadanos.
Que todo este tipo de actuaciones judiciales generan una imagen de desprestigio de graves consecuencias y que cuando se instaura la idea de que “se tiene mas miedo a los jueces por su poder, que respeto por su trabajo”, algo muy grave pasa en las instituciones judiciales.
Por ello, desde la dirección de Democracia Plural, así como desde Democracia Plural Murcia, pedimos la dimisión del:
-Presidente de la Sala Tercera del Tribunal Supremo, Luis María Díez Picazo,
por no saber gestionar esta situación
-Presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, por permitir esta pantomima
-Así como de todo el Tribunal Supremo.
Además, urgimos a las fuerzas políticas con representación parlamentaria, tomen medidas y actúen en consecuencia, para que de forma urgente se produzca un cambio en la normativa de modo que la justicia sea independiente de forma real y los nombramientos de los cargos de los distintos estamentos judiciales queden totalmente excluidos de los partidos y decisiones políticas.