Han sido detenidos los ocho integrantes de la banda, entre ellos un menor de edad, a los que les atribuye la presunta autoría de los delitos de robo con fuerza, hurto, receptación, estragos y pertenencia a organización criminal
Durante la operación, los investigadores han recuperado más de dos toneladas de objetos sustraídos, principalmente acumuladores de energía
Hasta el momento se ha esclarecido más de una treintena de delitos
La Guardia Civil de la Región de Murcia, en el marco de la operación 'Borne II', ha desarrollado una investigación para esclarecer una serie de sustracciones de acumuladores de energía, entre otros efectos, que se ha saldado con la desarticulación de un grupo delictivo integrado por ocho personas, asentado en Cartagena y al que se le atribuye la presunta autoría de los delitos de robo con fuerza, hurto, receptación, estragos y pertenencia a organización criminal.
La operación, que se encuentra enmarcada en el 'Plan contra las sustracciones en explotaciones agrícolas y ganaderas', hasta el momento ha permitido esclarecer 32 hechos delictivos cometidos en empresas, fincas, granjas, estaciones de telecomunicaciones, depósitos de agua potable, viviendas y vehículos agrícolas, entre otros, de los municipios de Cartagena, Fuente Álamo, La Unión y Murcia.
Efectivos del Equipo ROCA (contra robos en el campo) de la Benemérita iniciaron la operación el pasado verano tras detectar un considerable incremento de sustracciones de baterías en lugares tan dispares como vehículos agrícolas, estaciones de telecomunicaciones o instalaciones estratégicas de abastecimiento de agua potable, unos hechos que habían originado cierta alarma social, no solo en el sector agrícola sino en otros gremios empresariales.
Las primeras pesquisas, orientadas a esclarecer los hechos con la detención de sus autores y la recuperación de los efectos sustraídos, se efectuaron en los lugares donde se cometían los delitos. Las inspecciones técnico-oculares determinaron que los mismos se materializaban mediante el hurto o el robo con fuerza, estos últimos además con considerables daños en las instalaciones, principalmente en estaciones de telecomunicaciones y de suministro de agua potable, llegando a dejar algunas de ellas sin servicio.
El objetivo principal de la actividad delictiva investigada era la sustracción de baterías, cuya gestión corresponde a las chatarrerías, por lo que paralelamente a las sucesivas inspecciones técnico-oculares, los investigadores llevaron a cabo de forma regular una serie de inspecciones en estos establecimientos públicos con la finalidad de detectar cualquier tipo de transacción de estos objetos.
Los indicios obtenidos durante la operación permitieron a los agentes constatar que tras los delitos investigados se encontraba un nutrido grupo de organizado de personas con un amplio historial delictivo, con sede en el municipio cartagenero y que contaban con una considerable jerarquización.
La actividad delictiva se iniciaba con la búsqueda de sus objetivos, principalmente acumuladores de energía, aunque también sustraían herramientas, cobre, aparatos de aire acondicionado, contadores de agua y efectos personales, entre otros.
Una vez ubicados, parte del grupo delictivo materializaba la sustracción, empleando la fuerza si era necesario y sin importar los daños que pudieran causar.
Preferiblemente seleccionaban lugares aislados de fácil acceso y que les permitiera una rápida huida en el caso de ser detectados. Una vez cometido el hecho delictivo, los integrantes del grupo delictivo ocultaban los objetos sustraídos en lugares abandonados para, una vez transcurrido un tiempo prudencial, comercializarlos en centros de reciclajes sin levantar muchas sospechas.
Los investigadores han detectado que el grupo delictivo ahora desmantelado comercializaba los objetos sustraídos en, al menos, cinco centros de reciclaje de la zona. Para evitar llamar la atención realizaban numerosas ventas pero de pequeñas cantidades de material y contaban con la ayuda de un chatarrero, que también ha sido detenido.
Una vez obtenidos todos los indicios necesarios e identificados todos los integrantes del grupo delictivo, la Guardia Civil estableció un dispositivo de búsqueda que ha culminado durante los últimos días con la localización y detención de los ocho integrantes de la organización criminal como presuntos autores de los delitos de robo con fuerza, hurto, receptación, estragos y pertenencia a organización criminal.
En el transcurso de la operación, los investigadores han recuperado 2,1 toneladas de objetos sustraídos, principalmente baterías o acumuladores de energía de estaciones de telecomunicaciones, aunque también se ha incautado cobre, baterías de camión, carros de poda y siembra, herramientas, aparatos de aire acondicionado de las subestaciones, contadores de agua y efectos personales. Todos ellos, tras ser puestos a disposición judicial, han sido devueltos a sus legítimos propietarios.
La operación aún continúa abierta, por lo que no se descartan nuevas actuaciones y la vinculación de los ahora arrestados en otros hechos delictivos.
Los detenidos españoles, de entre 27 y 37 años, vecinos de Cartagena y con numerosos antecedentes por delitos similares, así como un menor de edad, los efectos recuperados y las diligencias instruidas han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Cartagena y de la Fiscalía de Menores de Murcia.