Siete obras arquitectónicas de la Región se han incorporado recientemente al Registro Docomomo Ibérico gracias a la propuesta del Colegio de Arquitectos de Murcia, patrono de este movimiento que pretende poner en valor la arquitectura moderna con el fin de lograr su reconocimiento como parte de la cultura del siglo XX.
El Centro Privado de Enseñanza Santa María del Carmen (1972), un conjunto de bungalows en La Manga (1968), apartamentos de golf bungalows y Los Miradores en La Manga Club (1971), el Poblado de Colonización 'La Estacada' de Jumilla (1969), el Complejo Residencial de Espinardo (1965), el barrio 'La Paz' en Murcia (1966) y el edificio de la Hermandad Farmacéutica (1973) son las obras que han superado los requisitos para ingresar en el registro internacional.
Estas siete obras arquitectónicas se unen a los 23 edificios de la Región de Murcia, construidos entre 1925 y 1965, que ya formaban parte anteriormente del registro.
Con motivo de estos ingresos, la sede oficial del Colegio de Arquitectos de Murcia ha acogido una exposición que recoge los resultados del trabajo desarrollado por la Comisión Técnica de la Fundación Docomomo Ibérico, en relación con la propuesta de ampliación del registro de obras que la Fundación cataloga y pone en valor por su aportación al Movimiento Moderno en la arquitectura española.
El marco temporal que aborda esta ampliación del registro Docomomo Ibérico en España ha quedado acotado por el periodo comprendido entre 1965 y 1975, años en los que se circunscriben la edificación de estas siete obras recién incorporadas.
"Se puede decir que el movimiento moderno no regresa a España con toda su fuerza hasta los años 70. Por eso, desde el movimiento Docomomo se nos ha permitido ampliar ese registro 10 años más, desde el año 1965 a 1975", indica Rafael Pardo, decano del Colegio de Arquitectos de Murcia.
Al margen de su cronología temporal, entre los requisitos para que estos edificios formen parte del registro se encuentran "la necesidad de disponer de unos valores arquitectónicos de gran valía y, por último, que dispongan de un alto grado de conservación respecto a su estado original", señala Juan Pedro Sanz, miembro de la Comisión Técnica de la Fundación Docomomo Ibérico por parte del Colegio de Arquitectos de Murcia.
Por la difusión de la arquitectura moderna
La organización internacional Docomomo, Documentación y Conservación de la arquitectura y el urbanismo del Movimiento Moderno, se creó en 1990 con el propósito de inventariar, estudiar y documentar el patrimonio arquitectónico moderno del siglo XX para su protección, conservación y divulgación.
La aplicación de estos objetivos a España y Portugal compete a la Fundación Docomo Ibérico, que se fundó en 1993, con sede en Barcelona, y que cuenta con la colaboración de colegios de Arquitectos, Institutos de Patrimonio y otras instituciones como la Fundación Arquia, que se dedican a la difusión de la arquitectura.