Uno de los puntos de partida para abordar la recuperación ambiental de las antiguas zonas mineras de la Región es conocer su estado actual para realizar un diagnóstico con la mayor precisión posible. Para ello, una de las medidas integradas dentro del Plan de Recuperación ambiental de las zonas afectadas por la minería (Prasam) es la elaboración de un informe que recopile y actualice los estudios e investigaciones de las diferentes administraciones, universidades y organismos científicos sobre estas antiguas explotaciones mineras.
Esta labor de recopilación de la literatura científica publicada hasta ahora ha servido, de hecho, para elaborar los antecedentes del Plan de Recuperación y situar la problemática actual en su contexto. Además, ha permitido identificar la necesidad de actualizar algunas de estas investigaciones, como el estudio realizado en el año 2014 para determinar la concentración natural de metales presentes en estas zonas y aquella generada por la actividad humana u otro diseñado para hacer un seguimiento de las masas de agua de la Región.
El director general de Medio Ambiente y Mar Menor, Antonio Luengo, destacó la importancia de esta iniciativa para realizar una correcta planificación de la treintena de actuaciones que integran el Prasam. "Resulta fundamental conocer los trabajos, estudios o investigaciones que traten sobre cualquiera de los aspectos que afectan a estas zonas mineras", señaló Luengo.
Esta información, subrayó el director general, "permitirá priorizar, concretar o completar" las acciones que se van a desarrollar en el marco de este plan de recuperación "y evitará que se dupliquen esfuerzos acometiendo estudios o buscando datos que ya estén disponibles".
Esta iniciativa, a la que está previsto destinar 45.000 euros y que se desarrollará hasta el año 2020, se integra dentro del primero de los objetivos específicos incluidos en el Prasam, que se refiere en concreto al fomento del conocimiento y la mejora en la gestión de las zonas mineras.
El Plan contempla otros tres objetivos específicos, como la difusión de información sobre la situación de estos emplazamientos y la sensibilización y concienciación de los ciudadanos, la recuperación ambiental de las zonas afectadas por la actividad minera que se desarrolló de manera histórica en la Región y la prevención.