A 31 de julio, y desde la Consejería de Educación se vuelve a informar que los actos de adjudicación del profesorado interino se posponen a finales de agosto o principios de septiembre. Si estos últimos años estos retrasos se achacaban a las medidas de recortes adoptadas con motivo de la crisis, este curso es, en exclusiva, responsabilidad de la mala gestión y previsión de la Sra Martínez-Cachá.
Esta situación vuelve a poner en riesgo el comienzo del curso 2018-2019 y vuelve a sumir en una situación de incertidumbre y desasosiego a miles de trabajadores y trabajadoras, en el momento que no saben que va a pasar con su puesto de trabajo en el mes de septiembre. Esta situación de incertidumbre se ve acrecentada por una nueva ordenación de las listas de interinos e interinas derivada del proceso de oposición celebrado en el mes de junio.
Y hablamos de mala gestión y falta de previsión porque desde principios de año la Sra Consejera sabía que este año había convocado un proceso de oposiciones que iba a ser masivo, en el momento que se convocaron especialidades después de 8 años sin convocar. Sabía que, gracias a ese nefasto acuerdo de inestabilidad aprobado por el gobierno del Partido Popular, la configuración de las listas de interinos e interinas iba a cambiar, y su elaboración es un proceso con gran carga de trabajo. Sabía que los recursos con los que contaba en la Consejería de Educación eran insuficientes para poder abordar con garantías de éxito la ingente cantidad de trabajo de final de curso.
Queremos reconocer, a pesar de las malas decisiones de la Sra Martínez-Cácha, el gran trabajo que los trabajadores y trabajadoras de la Consejería de Educación están realizando en este final de curso. Reconocemos su gran trabajo y su compromiso con la educación pública a pesar del gran volumen que soportan y de las jornadas maratonianas que vienen realizando estas últimas semanas que vienen a alcanzar las 10 y 12 horas de trabajo.
Un compromiso con la educación pública que no tiene la Sra Martínez-Cachá, un nulo compromiso, ya no por su gran apoyo a la educación concertada en detrimento de la educación de todos y todas (ampliando el número de centros concertados de primaria o secundaria sino también por el esmero que pone en ampliar la red de centros concertados a la etapa de Bachillerato y Formación Profesional así como el aumento de las partidas económicas destinadas a la concertada en más de 12 millones de euros en el presupuesto de 2018 ) sino también por su posición en la última Conferencia Sectorial de Educación no apoyando las medidas propuestas para revertir los recortes que se arrastran desde 2012 como consecuencias de las medidas aplicadas por el anterior Gobierno de Mariano Rajoy.
Si la excelencia es una de la máximas de la Sra Martinez-Cácha, debería ser la primera en aplicarse dicha excelencia y si no es capaz de planificar y organizar el fin de curso o bien debe eliminar esa palabra de su demagogia política o bien presentar su dimisión.