Un total de 148 personas en riesgo de exclusión social de la Región de Murcia han obtenido, en lo que llevamos de año, ayudas de la Comunidad Autónoma para abonar las cantidades del alquiler de sus viviendas y así evitar situaciones de desahucio. Estas subvenciones se destinan a unidades familiares con escasos recursos económicos, con ingresos inferiores a 6.454 euros al año.
Se conceden dos tipos básicos de ayudas, la ordinaria, que no excede de 300 euros mensuales, y la extraordinaria, que se aplica en aquellos casos en los que existe riesgo de desahucio por impago de alquiler y cuya cantidad puede alcanzar un máximo de 750 euros. Las ayudas se conceden por un plazo máximo de 12 meses.
El consejero de Fomento e Infraestructuras, Patricio Valverde, mantuvo hoy un encuentro con el director de Cáritas Diócesis de Cartagena, José Antonio Planes, para hacer balance del beneficio social que aporta el convenio que mantiene la Administración regional con esta entidad sin ánimo de lucro, que tiene un presupuesto de 40.000 euros.
"La inclusión social es un objetivo prioritario del Ejecutivo regional y por eso desarrollamos programas sociales para los que más lo necesitan, en todos los ámbitos, también en el de la vivienda", manifestó Patricio Valverde, quien destacó la labor de Cáritas, que visita y acompaña a estas familias necesitadas, contacta con los arrendadores y gestiona los alquileres.
Las ayudas se desarrollan a través de Cáritas parroquiales y centros de acción social, que son organizaciones autónomas de atención primaria y especializada. Estas subvenciones benefician especialmente a familias numerosas o monoparentales con menores a su cargo, con miembros desempleados, y personas con inserciones laborales esporádicas en el mercado de trabajo.
Beneficiarios
El consejero subrayó la importancia de estas ayudas ya que garantizan el acceso y la permanencia de los más pequeños en su vivienda habitual ya que el 60 por ciento de los beneficiados del primer semestre del año son familias que cuenta con menores a su cargo, y el 74 por ciento del total se encuentran en situación de desempleo.
Además de las ayudas al alquiler de vivienda para evitar el impago, Cáritas detectó, canalizó y derivó a cuatro familias en riesgo de exclusión social que no podían afrontar el pago del préstamo con garantía hipotecaria al Servicio de Orientación y Mediación Hipotecaria y de la Vivienda de la Comunidad, con el fin de ayudarles a mediar con la entidad financiera y conseguir una solución a su situación. En este servicio se les asesoró sobre posibles soluciones como negociar un alquiler social o la dación en pago.