El grupo parlamentario Popular ha registrado una iniciativa en la Asamblea en la que insta al Ejecutivo regional a que solicite al Gobierno de la nación la elaboración de un código de regulación de la publicidad que evita los tratos discriminatorios en materia de género, o por motivos étnicos, religiosos o de condición sexual en el ámbito de la comunicación comercial.
Isabel Mª. Soler, diputada proponente de la moción, afirma que la publicidad no solo muestra la realidad en la que vivimos, sino que su objetivo principal es ir introduciendo cambios en nuestra percepción y comportamiento para que consumamos determinado producto. En concreto, llama la atención sobre determinadas campañas publicitarias que en pleno siglo XXI trasmiten contenidos racistas y discriminatorios hacia determinados colectivos, lo que, según Soler, nos debe llevar a una reflexión acerca de la necesidad de regulación en este aspecto.
La diputada autonómica del PP hace referencia al caso específico de la publicidad sexista, que crea desigualdad y es el primer escalón de la violencia de género. Apenas hemos avanzado, dice Soler, la mayoría de los anuncios sitúan a la mujer como objeto de deseo, ya que la publicidad utiliza su cuerpo para transmitir contenidos que incitan al consumo.
Si bien nuestro ordenamiento jurídico contiene una importante cantidad de normas que obligan a respetar la imagen de la mujer, estas son permanente ignoradas por la industria publicitaria, afirma Isabel Mª. Soler, que a su vez alerta de la falta de un procedimiento ágil y fácil que permita una resolución judicial efectiva en un plazo razonable de tiempo, lo que impide defender los derechos de la imagen de la mujer como se debiera.
Los poderes públicos deben tener en cuenta la influencia de la comunicación comercial en la creación de estereotipos, concluye Soler, que reproducen las actitudes y opiniones percibidas como la norma de la sociedad, donde la igualdad de género está muy lejos de ser una realidad.
La lucha contra la transmisión de estereotipos sexistas a través de los medios y la publicidad es un reto prioritario establecido tanto por Naciones Unidas como por la Unión Europea. En concreto, la resolución 1751 (2010) del Consejo de Europa alerta sobre la banalización y tolerancia que, en nombre de la libertad de expresión, existe sobre los estereotipos de géneros sutilmente vinculados a los medios y la publicidad.