El consejero de Turismo, Cultura y Medio Ambiente, Javier Celdrán, presentó esta mañana las actuaciones para proteger del fuego y revitalizar las masas forestales de seis montes públicos de los municipios de Caravaca de la Cruz, Cehegín y Mula, con una inversión superior a los 1,4 millones de euros y que se enmarca dentro de las acciones del Plan Forestal de la Región de Murcia.
En concreto, se trata de la ejecución de cuatro Planes Técnicos de Gestión Forestal Sostenible elaborados por los funcionarios de la Dirección General de Medio Natural para actuar sobre una superficie total de 765 hectáreas, en la que se extraerán del monte 15.813,75 toneladas de biomasa forestal residual, suponiendo una reducción de 20,70 toneladas por hectárea de combustible forestal.
"Estas labores de gestión forestal establecen y planifican los trabajos para disminuir la densidad de vegetación y favorecer el crecimiento general de las masas forestales, a la vez que se disminuye el riesgo de incendio. Se trata de mejorar la masa forestal para que se revitalice y minimicen los riesgos de su destrucción, además de generar una actividad productiva y generadora de empleo", indicó Celdrán.
La inversión asciende a 1.408.146 euros, de los que 933.733 los pone la administración, mientras que la enajenación de la biomasa forestal extraída supone 474.412 euros, que ayuda a la financiación de los trabajos, ejecutados con Fondos Feder, en un 40 por ciento de la inversión.
Asimismo, el aprovechamiento de la biomasa extraída de los montes como energía evita la emisión a la atmósfera del dióxido de carbono (CO2) equivalente a mil turismos que recorran durante su vida útil una media de 215.000 kilómetros, suponiendo una emisión media de 120-140 gCO2/km.
Los trabajos supondrán también 6.695 jornales directos en los ocho meses y la adecuación de un total de 44.860 metros de infraestructura viaria existente para mejorar la accesibilidad y la gestión del medio natural.
Biomasa
Los trabajos de prevención de incendios con aprovechamiento de la biomasa se desarrollan en los montes públicos conocidos como Lomas de Enmedio y Majada de Las Vacas de Caravaca de la Cruz; Sierra de Pedro Ponce y Umbría de Espuña, de Mula; y Coto Real y Sierra de Burete, de Cehegín.
Todos ellos incluyen la mejora de la flora y fauna silvestres, la protección frente a riesgos erosivos, la prevención contra los incendios forestales, la restauración y mejora selvícola y ecológica de la cubierta forestal, los tratamientos selectivos y lucha biológica frente a agentes nocivos, el uso social y paisajístico y la productividad forestal.
Para ello, se procede a la eliminación de los pies sobrantes, debilitados, dominados o defectuosos de árboles, lo que se traduce en una disminución de la competencia de los ejemplares por el agua, los nutrientes y la energía, mejorando de este modo el estado vegetativo general de las masas forestales, favoreciendo su mayor desarrollo y disminuyendo el riesgo estructural de incendios forestales.
Además, la modificación de la estructura y composición de la vegetación en torno a las pistas forestales tiene la doble finalidad de dificultar la propagación del fuego en caso de incendio y de servir como punto estratégico para facilitar las tareas de extinción.