La Guardia Civil de la Región de Murcia ha desarrollado desde diciembre del pasado año la operación 'VARINO', una investigación dirigida a esclarecer la muerte violenta de un vecino de Barinas-Abanilla en su domicilio, que se ha saldado con la identificación, localización, detención y posterior puesta a disposición judicial del presunto autor material del hecho delictivo.
La operación se inició la noche del pasado 05 de diciembre, cuando la Guardia Civil fue alertada del hallazgo de una persona fallecida en su domicilio de la pedanía abanillera de Barinas.
El hallazgo se produjo cuando familiares del fallecido, ante la preocupación por no tener noticias suyas y que no volviera a casa, comenzaron a buscarle por los lugares que solía frecuentar, hasta que hallaron su cuerpo sin vida y con evidentes signos de violencia en el interior del garaje de su vivienda.
Al lugar se desplazaron inicialmente patrullas de la Benemérita que iniciaron el protocolo previsto para estos casos, asegurando la escena del crimen para no perder ningún tipo de indicio y, una vez comunicado el hecho a la autoridad judicial, se iniciaron las labores de investigación con la práctica de una exhaustiva inspección ocular y el estudio del domicilio y los alrededores con la finalidad de recabar todos los indicios posibles para esclarecer los hechos, así como el levantamiento del cadáver.
De inmediato, la Guardia Civil inició la correspondiente investigación para esclarecer las causas de la muerte y cómo se había producido la misma, coordinándose las labores necesarias para la obtención de indicios, toma de manifestaciones a posibles testigos, realización de informes periciales y demás gestiones que pudieran aportar luz a la investigación.
Las pesquisas practicadas pusieron de manifiesto que la víctima presuntamente era un vendedor de cocaína de la zona, que suministraba dicha sustancia estupefaciente a los vecinos de su pueblo y de localidades próximas, atendiendo a los mismos en el interior de su taller mecánico o en los caminos que daban acceso a éste. En una de esas transacciones con un cliente habitual y, por tanto, conocido del fallecido, se produjo una discusión que desembocó en tal trágico final: su muerte.
Desde un primer momento, la principal línea de investigación se desarrolló sobre la posible relación de amistad o de actividad lucrativa entre el fallecido y el autor de su muerte, ya que, según los conocidos de la víctima y el resto de clientes, el fallecido no habría permitido el acceso a su vivienda a nadie que no fuera de su confianza o a quien hubiera vendido cocaína con antelación.
El exhaustivo análisis de los indicios obtenidos hasta el momento y los informes periciales elaborados permitieron identificar al presunto autor material del homicidio, que era conocido de la víctima y que había frecuentado en numerosas ocasiones la vivienda donde se halló su cadáver.
Tras obtener todos los indicios necesarios fruto de la ardua investigación desarrollada sin cese durante más de ocho meses, la Guardia Civil localizó al sospechoso durante la mañana del pasado martes, 8 de agosto, y procedió a su detención como presunto autor de los hechos.
El detenido español, de 35 años y vecino de Abanilla, junto con las diligencias instruidas, ha sido puesto esta mañana a disposición del Juzgado de Instrucción número 4 de Cieza (Murcia).
Segunda detención en la operación
El pasado mes de abril, la Guardia Civil efectuó la detención de otro vecino de Abanilla presuntamente vinculado con los hechos delictivos investigados. El desarrollo de la investigación ha permitido constatar que el primer arrestado español, de 30 años y vecino de Abanilla aunque se sospecha que pudiera no haber participado de forma directa en la comisión del homicidio, se baraja la posibilidad de que aprovechara la oportunidad de acceder a la escena del crimen instantes después de la disputa.
De la investigación se desprende que este primer detenido presuntamente accedió al garaje, donde todavía se hallaba el cuerpo sin vida de la víctima, en busca de dinero y cocaína, hallándose pruebas de que el mismo manipuló diversos útiles donde el fallecido almacenaba la sustancia estupefaciente, huyendo posteriormente del lugar sin comunicar el hallazgo del cadáver en el suelo y sin facilitar la posibilidad de un posible auxilio.