Uno de los objetivos es que puedan superar el trámite administrativo de inscribirse como demandantes de empleo, para después seguir un itinerario personalizado de inserción en las oficinas del SEF
La Región acoge a 369 personas refugiadas de 32 países, entre las que destaca la cifra de procedentes de Ucrania, Siria y Venezuela
La Región de Murcia cuenta desde hoy con un protocolo específico para la inserción laboral de las personas procedentes de otros países que se encuentran en condición de refugiados. El consejero de Empleo, Universidades y Empleo, Juan Hernández y la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Violante Tomás, han suscrito este acuerdo con cuatro entidades sin ánimo de lucro en representación de todas las que trabajan diariamente con este colectivo y conocen de primera mano sus necesidades: Accem, Cepaim, Murcia Acoge y Cruz Roja.
En una primera fase, estas entidades llevan a cabo con los refugiados un trabajo de adaptación al contexto sociocultural de España y de la Región, y, posteriormente, una vez se encuentren en condiciones de igualdad para acceder a un puesto de trabajo, este protocolo permitirá que orientadores del Servicio Regional de Empleo (SEF) les acompañen de manera individualizada en ese proceso, adaptándose a sus dificultades y diseñándoles un itinerario personalizado con un único objetivo: el empleo.
Por su parte, la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades se coordinará con el SEF para mejorar la atención a cada una de estas personas, y reforzará su colaboración con las entidades que colaboran en el protocolo en materia de acogida, acceso a servicios de integración, mediación en educación, o mediación en sanidad, entre otros ámbitos.
Una de las dificultades que encuentran estas personas es ya la simple inscripción como demandantes de empleo, requisito indispensable para que puedan beneficiarse de este protocolo. Una vez superado ese trámite administrativo, el protocolo pondrá a su disposición servicios como el seguimiento de su itinerario de inserción a través de un tutor; talleres grupales para adquirir competencias necesarias para la búsqueda de empleo; o acceso a competencias clave en Lengua y Matemáticas, requeridas para acceder a los cursos de formación de mayor nivel.
Igualmente, como integrantes de un colectivo vulnerable, estas personas tendrán acceso prioritario a programas de empleo subvencionados por la Comunidad, como los de empleo público local en municipios, que permiten obtener una experiencia laboral en proyectos de interés social durante un máximo de seis meses.
Juan Hernández destacó que "somos pioneros en establecer medidas de inserción para este colectivo" y añadió que "con este protocolo buscamos integrar a este colectivo en todas nuestras medidas de fomento del empleo, siendo conscientes de que por sus especiales dificultades, estas personas requieren de un apoyo y una orientación constantes".
Este protocolo se incluye en la Estrategia por el Empleo de Calidad 2017-2020, que contiene medidas dirigidas a favorecer específicamente la inserción laboral de personas en riesgo de exclusión social y otros colectivos vulnerables, al que se incorporan los refugiados.
Por su parte, la consejera Violante Tomás señaló que "son personas a las que se les ofrecen recursos para atender sus necesidades laborales, educación y sanidad, y tienen los mismos derechos que cualquier ciudadano de la Región". La consejera indicó que "desde el Gobierno regional aceptamos sin reservas, por generosidad, por solidaridad y por humanidad. Es un orgullo poder colaborar con nuestros recursos para acoger a estas personas que están sufriendo".
La Región acoge a 369 personas refugiadas de 32 países, entre los que destaca la cifra de procedentes de Ucrania, Siria y Venezuela. En cuanto a su distribución entre las asociaciones que los tutelan, Cepaim atiende a 81 solicitantes, de los que 39 son menores, Accem a 160 personas, Cruz Roja a 108 y Murcia Acoge atiende a 20 personas.
Competencias compartidas
Aunque el Gobierno central tiene las competencias de protección internacional, las autonomías desarrollan las políticas sociales, de educación, sanidad, políticas activas de empleo, vivienda, cultura o deportes, que son fundamentales para la integración de estas personas. Por su parte, las corporaciones locales, además de responder a las necesidades más inmediatas de sus vecinos, tienen las competencias del empadronamiento en el municipio.
Dificultades específicas
Además de las circunstancias de desventaja que ya afrontan estas personas, la mayoría de refugiados deben superar una dificultad específica en su proceso de búsqueda de empleo, como es la barrera del idioma. Otra de las complicaciones añadidas es conseguir que personas que tenían perfiles profesionales de alto nivel en sus países de origen puedan homologar y convalidar en España las titulaciones con las que contaban.