Fernández Lladó visitó las obras que se están realizando en la carretera RM-D3, que conecta la antigua nacional N-340 con la carretera RM-D1 en La Hoya de Lorca
La Consejería de Fomento e Infraestructuras ya ha puesto en marcha el cien por cien de las obras de emergencia previstas en 11 carreteras de nueve municipios de la Región que quedaron afectadas por los temporales de lluvia y nieve de los pasados meses de diciembre y enero, con una inversión total de 1,5 millones de euros.
En concreto, ya han finalizado las obras de rehabilitación en las carreteras RM-515 (Alhama de Murcia-Mula) y una actuación, de las dos previstas, en la carretera RM-512 (Cieza-Abarán). En la actualidad, se están realizando obras de emergencia en las carreteras RM-F56 (Cabezo de la Plata-Sucina), RM-F51 (Torre Pacheco-Pozo Estrecho), RM-C7 (Totana-Ermita de las Huertas), RM-512 (Cieza-Abarán), RM-D11 (Puerto Lumbreras-Lorca), RM-523 (Ulea-A-30), RM-D3 (N-340 a RM-D1, en Lorca) y RM-C26 (Pliego a RM-C2).
Esta semana se iniciaron los trabajos en la RM-F20 (Balsicas-Avileses), y en la carretera RM-D13 (Emita de El Garrobillo, en Águilas, a autovía RM-11).
El director general de Carreteras, José Antonio Fernández Lladó, destacó que "con estas obras se devuelve la normalidad a todas las vías de la Región afectadas por el temporal, al mismo tiempo que se incrementa la seguridad porque en muchos casos los trabajos han consistido en refuerzo de taludes para evitar nuevos desprendimientos de tierra y rocas".
Fernández Lladó visitó, junto a la concejal de Obras del Ayuntamiento de Lorca, Eulalia Ibarra, los trabajos que ya se están ejecutando en la carretera RM-D3, que conecta la antigua nacional N-340 con la carretera RM-D1 en La Hoya de Lorca.
En esta vía se está trabajando en el punto kilométrico 4,9 para la reparación del firme y la reconstrucción de un talud que se desplazó durante el temporal de lluvias de diciembre, provocando hundimientos, blandones, grietas y deformaciones en el firme de la calzada, que hacen de este punto un tramo peligroso para la circulación vial.
Además, a través de las grietas de la carretera se producen filtraciones de agua que hacen que se degraden las capas inferiores del firme, por lo que los trabajos consisten en restituir el talud y sujetarlo con un muro de hormigón armado, estabilizarlo con hormigón y crear bajantes para evitar nuevas erosiones.
Las obras prevén también la reconstrucción y refuerzo del firme en este tramo, que es colindante con un campo deportivo y que se utiliza como zona de estacionamiento circunstancial de vehículos y autobuses. Esta vía tiene una longitud de más de cinco kilómetros y circulan anualmente 250.000 vehículos.
El coste estimado de esta actuación es de 54.450 euros y tiene un plazo de ejecución de un mes.