En la celebración, realizada esta mañana en la Catedral, los presbíteros han renovado sus promesas sacerdotales y se ha consagrado el Santo Crisma y los óleos con los que se ungirá a catecúmenos y enfermos
“No sé cómo decir más alto y mejor, lo orgulloso que estoy de mis hermanos sacerdotes, del presbiterio de la Iglesia de Cartagena, del que siempre me he considerado miembro”, con estas palabras agradecía esta mañana, durante la Misa Crismal, el Obispo de Cartagena, la labor que realizan los sacerdotes en esta Diócesis. Mons. Lorca ha presidido la celebración en la que se consagra el Santo Crisma y los óleos con los que se ungirá a catecúmenos y enfermos, junto al Arzobispo Emérito de Burgos, Mons. Francisco Gil Hellín, y concelebrada por cerca de 300 presbíteros diocesanos. En la celebración han participado además los seminaristas de los tres seminarios diocesanos: Mayor de San Fulgencio, Menor de San José y Misionero Redemptoris Mater.
El Obispo de Cartagena ha animado a los sacerdotes a ser fieles a su ministerio. Les ha recordado que han sido llamados para la salvación y la misericordia, para la esperanza y la vida; que es necesaria una verdadera conversión “para darle más impulso a la misión profética que nos encomienda (Jesús)”; les ha animado además a vivir un “renovado impulso para hacer presente, en medio de la realidad que nos ha tocado vivir, el Evangelio desplegado, la presencia de Jesús Resucitado, por medio de nuestras palabras y obras”.
El pastor de la Iglesia Diocesana ha pedido a los fieles que recen por los sacerdotes, especialmente por los enfermos y ancianos y por los que han fallecido este curso. También ha tenido un recuerdo especial por los presbíteros que participaban hoy por primera vez en esta Misa Crismal, los siete sacerdotes ordenados el pasado año.
Al finalizar la homilía, los presbíteros han renovado junto al Sr. Obispo sus promesas sacerdotales. Durante la plegaria eucarística, Mons. Lorca ha bendecido el óleo de los enfermos y al finalizar la oración de después de la comunión ha bendecido el óleo de los catecúmenos y ha consagrado el Santo Crisma, derramando aromas sobre el aceite. Con este Crisma serán ungidos los bautizados, confirmados y los ordenados para el ministerio sacerdotal; también se consagrarán con él los altares y las iglesias.
Un año más, Mons. Lorca ha encomendado a La Señora, a Santa María Reina de los Corazones, a todo el presbiterio diocesano. En el corazón de esta imagen, que se encuentra en el Seminario Mayor San Fulgencio, están los nombres de todos los sacerdotes de la Diócesis de Cartagena.