Pedro Antonio Sánchez subraya la devoción de los ñoreros a la Virgen del Paso, patrona de la localidad
El presidente de la Comunidad Autónoma, Pedro Antonio Sánchez, pregonó hoy la Semana Santa de La Ñora en la Iglesia de Nuestra Señora del Socorro de esta pedanía murciana, tras participar en el traslado procesional de la patrona, la Virgen del Paso, desde su ermita hasta la parroquia.
Pedro Antonio Sánchez incidió en la devoción del pueblo de La Ñora hacia su patrona, pues "a Ella se encomienda. Le cuenta sus confidencias, busca su consuelo, le pide ayuda y le agradece tantas cosas", y destacó el entusiasmo nazareno de la localidad, acreditado cuando "en la Semana Santa de 1939, muy pocos días después de la conclusión de la Guerra Civil, La Ñora organizó sus procesiones a pesar de que todo el patrimonio había sido destruido, con cajones en lugar de tronos y efigies recortadas a tamaño natural en madera, en lugar de imágenes".
A lo largo de su intervención, el pregonero citó a las 11 hermandades que hoy forman parte de la Cofradía de Nuestra Señora del Paso, "un buen ejemplo de cómo se debe honrar el legado que un día recibisteis y que entregaréis, engrandecido, a las generaciones venideras", y explicó que un pueblo "que tiene por Patrona a la Santísima Virgen en el doloroso Paso de su Soledad, y por Patrón al apóstol San Pedro, sobre el que Cristo edificó a su Iglesia, debía ser -y es- ejemplo para todos".
Tras un recorrido por cada uno de los pasos que desfilan en las procesiones de la Semana Santa de La Ñora, incluido el Cristo de las Penas, y el nuevo cortejo penitente del Sábado de Pasión, recordó que "el alma cristiana está cuajada en este tiempo de flores de nuestros huertos y de nuestros pasos procesionales; flores de pasión, de resurrección y de esperanza".
Nombró también Pedro Antonio Sánchez a los imagineros que han aportado su arte a las procesiones, y citó también a ilustres prelados hijos de la tierra ñorera, como fray Buenaventura Cano, obispo en Turquía a comienzos del siglo XIX y monseñor Francisco Gil Hellín, arzobispo emérito de Burgos, todos ellos "testimonio de la profunda fe de un pueblo que en unos días se mostrará de nuevo en cada calle de La Ñora", y concluyó agradeciendo "el privilegio que me habéis concedido para pregonar una Semana Santa única, histórica y espectacular: la vuestra, que desde hoy es también un poco mía".