La Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, a través de la Dirección General de Mujer, lleva a cabo una campaña informativa en 22.054 empresas de la Región para dar a conocer las iniciativas destinadas a combatir la brecha salarial de género.

Así, hoy, Día de la Igualdad Salarial, se han distribuido dípticos y cartelería a empresas, ayuntamientos y asociaciones de mujeres a través de la plataforma de empresas del Instituto de Fomento de la Región de Murcia (Info) en los que se explican las herramientas para detectar casos de brecha salarial de género y tratar de paliarlos.

La brecha salarial entre mujeres y hombres en la Región se sitúa en el 25,27 por ciento, mientras en el conjunto de España las mujeres ganan un 23,25 por ciento menos que los hombres y en Europa la diferencia retributiva media es del 16,3 por ciento.

La directora general de Mujer, Alicia Barquero, participó hoy en la distribución de trípticos y carteles en Disfrimur, una de las empresas más comprometidas en la lucha por la diferencia salarial. Barquero explicó que "las cifras de brecha salarial indican que tenemos que seguir trabajando por implantar políticas de igualdad". "Las causas son numerosas y complejas, y reflejan la discriminación en razón del sexo y las desigualdades vinculadas a la educación y el mercado de trabajo, dos áreas que seguimos reforzando", resaltó.

Desde 2011, el 22 de febrero se conmemora en España el 'Día de la Igualdad Salarial", que toma como referencia una Resolución del Parlamento Europeo sobre la aplicación del principio de la igualdad de retribución entre hombres y mujeres.

Herramientas de diagnóstico

En la información que se remite a las firmas se incluye el Sistema de Valoración de Puestos de Trabajo en las empresas con perspectivas de Género, que permite determinar el valor de los puestos de trabajo de una organización a través de la comparativa y análisis de las puntuaciones de los puestos de trabajo, la determinación de salarios y comparativa de honorarios.

Una de las mejoras que se proponen a las empresas es la herramienta de autodiagnóstico de brecha salarial de género, que sirve para realizar un análisis comparativo de los salarios de mujeres y hombres en una organización, identificar los orígenes de las diferencias salariales y, en su caso, plantear posibles acciones correctoras propuestas en el documento 'Recomendaciones para actuar frente a la brecha salarial de género en una organización'.

Entre las medidas se propone la universalidad, es decir, el sistema retributivo debe ser aplicable a todos los miembros de la organización, ya que proporciona un marco estable en la relación laboral que disminuye las arbitrariedades y, en el caso de las mujeres, aumenta su motivación al saber que todas las personas se rigen por las mismas reglas en cuanto a salario. El sistema retributivo también debe establecer una proporcionalidad entre el valor aportado por cada persona y la retribución percibida, según el principio de equidad.

Otra de las recomendaciones es la publicidad y trasparencia. Así, el sistema retributivo debe ser conocido por todos los miembros de la organización, ya que la transparencia elimina las interpretaciones particulares. Un sistema retributivo transparente aumenta la confianza de las personas en la organización y, en el caso de las mujeres, incrementa su motivación al saber que en la asignación de su salario sólo influyen factores conocidos, reduciendo la arbitrariedad.

Una mayor información también contribuye a acabar con la discriminación. La organización debe disponer de información y análisis estadísticos periódicos (anuales) de las retribuciones reales, desagregados por conceptos de salario y puestos. En particular, debe controlar las diferencias salariales en los casos que suelen afectar negativamente a las mujeres, conforme se revela en numerosos estudios, incidiendo en complementos, variables, o tipologías de contratos a tiempo parcial frente a tiempo completo.

Las causas de la diferencia salarial tienen su origen en la segregación vertical en las organizaciones laborales, la dificultad para la conciliación y escaso uso de la corresponsabilidad por parte de los varones, la falta de transparencia de las retribuciones, la persistencia de los estereotipos de género y las circunstancias individuales de las personas asalariadas.

La desigualdad salarial es la diferencia de salario entre ambos sexos; brecha salarial o diferencia salarial son términos similares. Por otra parte, la discriminación salarial parte de esa diferencia que no se justifica por una distinta aportación de valor en la realización de un trabajo y que solo puede explicarse en función del sexo de quien lo desempeña.