Los niños mayores de 7 años aprenden a realizar ellos solos un espectáculo de magia de más de treinta minutos de duración
La timidez ha sido considerada tradicionalmente como un problema menor pero puede tener graves consecuencias en el aprendizaje y en las relaciones sociales
Aprender magia ayuda también a los niños a practicar el esfuerzo, la constancia y desarrollar la memoria
Para ayudar a combatir la timidez que padecen muchos niños, un mago español ha creado el primer espectáculo en el que los trucos son realizados por los propios menores. Manuel Goicolea Martínez, conocido artísticamente como Manu el mago, alertado por padres que asistían a sus funciones de los problemas para relacionarse y las dificultades de aprendizaje de sus hijos debido a la timidez, decidió ayudar a los pequeños a superar sus problemas a través de la magia. Tras ser asesorado por psicólogos infantiles y pedagogos, ha creado un curso on line para mayores de siete años mediante el que aprenden a realizar ellos solos un espectáculo de magia de más de treinta minutos de duración.
Para Cristina Hernández Menor, psicopedagoga y maestra de educación primaria de Madrid que ha apoyado a Manu el mago en la creación del espectáculo, "el éxito de los trucos y el aplauso de familiares y amigos al realizarlos refuerza la confianza de los niños y les ayuda ganar autoestima. Además, aprender magia les sirve para practicar el esfuerzo, la constancia y desarrollar la memoria", explica.
El curso mediante el que los niños aprenden a realizar su propio espectáculo para familiares y amigos está compuesto por diversos vídeos de más de 3 horas de duración. En ellos Manu el mago hace los juegos y revela sus secretos, además de proporcionar consejos sobre cómo hablar en público y cómo expresarse. "Algunos trucos pueden aprenderlos en cuestión de minutos y otros requieren más esfuerzo para dominarlos", asegura Manu el mago.
La timidez es un problema que afecta a alrededor del 40-50% de la población mundial, tanto adultos como niños, según diversos estudios. Los síntomas que revelan una timidez crónica en niños incluyen dependencia emocional excesiva de sus padres, mala tolerancia a las críticas y tendencia a la soledad. Además, la timidez puede desembocar en algunos casos, si no es tratada, en episodios de depresión y ansiedad.