La Consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente iniciará en los próximos días la instalación de un fondeadero con anclajes ecológicos en el entorno marino de Isla Grosa y El Farallón, además de diversos puntos de amarre ecológicos para la práctica controlada del buceo. El presupuesto de las actuaciones es de 59.993 euros y el plazo de ejecución dos meses.
La consejera Adela Martínez-Cachá dijo hoy que el objetivo de estas actuaciones es "hacer compatible la conservación de la pradera de posidonia del fondo con la práctica del buceo en el entorno y el fondeo recreativo".
"La pradera de posidonia (Posidonia oceánica) se extiende densa, homogénea y con un estado de conservación óptimo. La presencia de esta fanerógama beneficia la existencia de una gran diversidad de especies marinas y una excelente calidad de las aguas que atrae a un creciente número de personas", explicó.
Martínez-Cachá recordó que "la Consejería ejerce labores de vigilancia y control en estas islas para minimizar el efecto de las más de 6.000 embarcaciones que anualmente navegan en dicho entorno, y que pueden poner en riesgo la conservación de la biodiversidad en este espacio natural protegido, declarado Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Lugar de Importancia Comunitaria (LIC)".
Debido a la fragilidad ecológica de estos islotes, se restringe la navegación y el fondeo de embarcaciones dentro de un perímetro de protección de 300 metros, con el fin de favorecer la conservación de las especies de aves que nidifican allí, ya que cualquier tipo de molestias durante la estación de cría puede suponer un fracaso reproductor.