La Consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente ha adjudicado, por importe de 2.117.500 euros, los trabajos de seguimiento de los factores que afectan a la conservación para la recuperación de especies protegidas de la fauna silvestre de la Región.

El objetivo es evaluar el estado general de las especies de fauna autóctona en la Red Natura 2000, teniendo en cuenta la interdependencia de poblaciones, los factores externos que puedan afectarles, tales como accidentes, envenenamientos, epizootias y su grado de recuperación, a fin de poder graduar la vulnerabilidad de dichas especies y contribuir así al fomento de la protección y conservación de la biodiversidad.

Los trabajos se concretan en diversos programas, tales como el de recuperación de fauna protegida, el de detección de amenazas a la conservación de la fauna, el de vigilancia sanitaria de la fauna silvestre, el de estudio estadístico y análisis de los factores que afectan a la supervivencia y porcentajes de reinserción y, finalmente, la atención a la educación ambiental y a la investigación de la fauna silvestre.

Para centralizar estos programas, la Consejería cuenta con las instalaciones del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre 'El Valle'. Una relevancia especial tienen las actuaciones de recuperación sobre especies de fauna amenazada con algún problema físico o etológico que dificulte su supervivencia en el medio. Se atenderá su recogida y traslado a estas instalaciones para su diagnóstico y atención, así como para valorar su posible recuperación y posterior liberación.

Teniendo en cuenta los trabajos anteriormente realizados, las causas de muerte no natural se producen habitualmente por causas humanas, tanto intencionadas (trampeo, disparos, empleo de cebos envenenados, expolio y destrucción de nidos, vivares o refugios), como no intencionadas (contaminación de hábitats, electrocuciones o choques con tendidos eléctricos, colisiones con aerogeneradores, ahogamientos en balsas, atropellos, entre otras). Algunas de estas causas se han podido identificar como causa principal del declive de algunas especies como la tortuga mora, o incluso en peligro de extinción, como el águila azor perdicera o el cernícalo primilla.

Se pondrá especial atención en el diagnóstico y detección de envenenamientos y uso de cebos envenenados, y sus consecuencias sobre la fauna silvestre, que constituye en la actualidad una de las prácticas más lesivas para los ecosistemas en general y determinadas especies amenazadas en particular.

El seguimiento de las enfermedades de la fauna silvestre también tiene importancia por diversos motivos, ya que pueden transmitirse de modo natural entre los animales y el hombre (zoonosis), lo que puede suponer un riesgo para quienes tienen contacto con animales vivos o muertos o consumen su carne.

Así, la monitorización continua sobre las poblaciones de fauna silvestre para detectar la aparición de una enfermedad o la variación de su prevalencia en el tiempo, es fundamental para una detección temprana y la identificación de reservorios que permitan la implementación de medidas preventivas y de control iniciales, que resultan más eficaces que las que puedan tomarse una vez establecida la enfermedad. Esta vigilancia activa se realiza sobre especies cinegéticas. El sistema de vigilancia pasiva también es importante para detectar posibles epizootias y activar las medidas de control necesarias.

Medidas de gestión

Toda la información obtenida a través de estos trabajos de seguimiento en la Red Natura 2000 sirve de base para la implementación de las medidas de gestión más adecuadas en cada momento, a fin de conservar unas especies animales en equilibrio con el medio en que se encuentran.

Este proyecto también cumple indirectamente una labor de educación ambiental, por un lado mediante la colaboración en la formación de alumnos mediante prácticas o estancias profesionales y por otro, en la educación ambiental de los ciudadanos, especialmente de los más pequeños.