Voluntarios, capellanes, abogados, psicólogos y otros profesionales se han dado cita este fin de semana en el IX Congreso de Pastoral Penitenciaria celebrado en Madrid, que cada cinco años organiza la Conferencia Episcopal Española. Bajo el título “Abrazados en la Misericordia” se han tratado los objetivos del encuentro: planificar las acciones de esta pastoral para los próximos años, visibilizar esta labor que lleva a cabo la Iglesia y formarse para seguir trabajando en ella.
Un grupo de dos capellanes y once voluntarios de la Pastoral Penitenciaria de la Diócesis de Cartagena han participado en este evento, junto a más de 200 personas de toda España. Un congreso en el que han recibido charlas sobre las distintas realidades de la cárcel: religiosa, social y jurídica. El presidente de la sección V de la Audiencia Provincial de Madrid habló sobre la legislación y su aplicación a cada persona. Por su parte, el cardenal Carlos Amigo dio una conferencia sobre “El rostro de la misericordia de Dios en la cárcel”. Y el secretario general de Cáritas Española hizo una reflexión sobre cuál es la relación entre la acción social y la misericordia.
“Hemos hecho visible a toda la Iglesia de España que hay mucha gente que está trabajando en la cárcel”, explica Antonio Sánchez, capellán del Centro Penitenciario de Campos del Río. “Hemos mostrado que la Iglesia está ahí. Hay que sensibilizar y profundizar en nuestra labor que es llevar humanidad y misericordia”. El congreso nacional, asegura Sánchez, sirve para “vernos, escucharnos, animarnos y descubrir que nos queda mucho por hacer”.
En las conclusiones del trabajo de estos días están el seguir promoviendo, por parte de la justicia, que no haya tantas sentencias y que se explore la posibilidad de imponer otras medidas alternativas, que puedan ayudar a la reeducación del interno. Y también se ha reconocido la implicación del Santo Padre en esta pastoral.
“Ha habido una evolución importante dentro de las cárceles. Antes estaban llenas de inmigrantes, ahora están llenas de enfermos mentales. Y así lo hemos denunciado. Porque las cárceles no pueden convertirse en eso, para ellos debe haber otros lugares, no la cárcel”, recalca el capellán.
Actualmente en la Diócesis de Cartagena hay 80 voluntarios y 6 capellanes trabajando en la Pastoral Penitenciaria, a través de la que atienden a los presos de los Centros Penitenciarios de Sangonera y Campos del Río.