Lola Herrera y Juanjo Artero protagonizan la obra teatral 'La velocidad del otoño' escrita por el autor escocés Eric Coble y dirigidos por Magüi Mira. Es una obra mordaz, divertida y profundamente conmovedora acerca de la fragilidad y frugalidad de la vida. El montaje, un alegado en favor del valor de envejecer, se verá mañana viernes 19 de agosto en la programación de verano del Auditorio El Batel de Cartagena, a las 21:30 horas. Las entradas, se pueden adquirir en taquilla del auditorio o en la web auditorioelbatel.es, cuestan 24, 20 y 16 euros.
La obra teatral es una alegato en favor del valor de envejecer, de la sabiduría que dan los años, en contra de ese desahucio emocional que es para los ancianos abandonar su hogar para instalarse en residencias. 'La velocidad del otoño', un texto del autor escocés afincado en Estados Unidos Eric Coble, se sirve del humor para poner sobre la mesa una realidad. Magüi Mira dirige un montaje encabezado por Lola Herrera, convertida con 81 años en el ejemplo más palpable de que la edad no es un obstáculo para seguir creando, disfrutando, arriesgando y viviendo con intensidad. Desde la obra "queremos hacer un alegato en favor de este colectivo, porque estamos viviendo un momento penoso, trágico, en el que la sabiduría se ningunea y los ancianos se les deja en las instituciones", apuntaba Magüi Mira en una reciente entrevista.
La manera de llegar al público, de poner el dedo en la llaga mediante la sonrisa cómplice y unas cuantas bombas emocionales que transitan por los caminos del drama, es a través de la peripecia de Alejandra, una mujer inteligente, sensible e insurrecta que se atrinchera con cócteles molotov en su propia casa para evitar abandonarla. Allí llega Juanjo Artero, metido en la piel de Cris, el hijo pródigo que vuelve a casa. Ambos protagonizan la gran conversación a dos voces que es 'La velocidad del otoño'.
'La velocidad del otoño' es teatro contemporáneo, comprometido e inteligente", en el que el diálogo entre la anciana y el hombre maduro surge un aprendizaje y un crecimiento mutuo. Juntos van trazando un camino que en el que se van encontrando y sorprendiendo. A veces chocan, se abrazan, se gritan, se susurran, y ambos ganan en madurez, en autoestima.
Magüi Mira dirige en esta obra a Lola Herrera, lo hace por segunda vez en su carrera. De ella se ha alimentado como actriz y directora en el proceso de creación de un montaje que el viernes se podrá ver en Cartagena. "Para mí como mujer mayor esta obra significa mucho, porque aborda un problema que existe y que no se atiende", señaló la veterana actriz ante los medios de comunicación hace una semana el día de presentación de la obra en Avilés, que advierte cómo los cambios sociales requieren de nuevas políticas para afrontarlos. "No se sabe qué hacer con los mayores, no sé si la solución será gasearnos o fumigarnos", subraya visiblemente molesta con las normas que impiden cobrar una pensión a quienes, como ella, se mantienen en activo. "Esto es un atraco a mano armada", concluyó.
El activismo está presente en este montaje, pero por encima de todo lo que se busca es hacer reír y entretener, dejando un poso de reflexión pero siempre con el goce del teatro como objetivo principal.