Si hay algo en lo que creemos, es en el hecho de que el respeto debe ser la base sobre la que se cimenten nuestra convivencia y nuestra democracia. Por eso mismo nos parece incomprensible que una autoridad religiosa se manifieste en los términos usados en el comunicado.
Creemos que la Ley a la que se refiere el Señor Obispo, aprobada por unanimidad en la Asamblea Regional de Murcia, defiende por encima de cualquier ideología, hacer real y efectiva la igualdad entre todas las personas sin ningún tipo de distinción, y no creemos que la iglesia católica tenga motivos para sentir como "inquietante" ningún paso que una sociedad democrática y avanzada dé en este sentido.
Educar en la diversidad y mostrar que, dentro de las diferencias, todos y todas somos iguales, con los mismos derechos y la misma dignidad, es una cuestión de justicia y de defensa de los Derechos inherentes a la condición humana y, por tanto, algo que debería trascender a cualquier ideología, creencia o religión.
Para terminar nos gustaría finalizar con esta reflexión del Papa Francisco I: "Me alegra que hablemos sobre las personas homosexuales porque antes que nada viene la persona individual en su totalidad y dignidad. Y la gente no debe ser definida solo por sus tendencias sexuales: no olvidemos que Dios ama a todas sus criaturas y que estamos destinados a recibir su amor infinito".