El dirigente socialista reta a Pedro Antonio Sánchez a que demuestre las denuncias falsas (algo que es delito) que supuestamente ha puesto el PSOE y a que vaya al juzgado y pida declarar en el caso Púnica, en vez de esconderse como hizo en la Asamblea

El secretario general del PSOE-RM y portavoz de del Grupo Parlamentario Socialista, Rafael González Tovar, ha asegurado que Pedro Antonio Sánchez es un presidente acorralado por la corrupción y que ha demostrado no tener ningún argumento para justificar su implicación en el caso Púnica "que no sea el insulto o la descalificación personal a los grupos de la oposición".

González Tovar ha insistido en que el presidente de la Comunidad Autónoma debería estar dando explicaciones después del informe de la Guardia Civil conocido la semana pasada que relacionaba a Pedro Antonio Sánchez con la Púnica, y después de que la jueza determinara que las pasarelas construidas sobre la rambla Nogalte podrían ser constitutivas de delito.

"El PP no lucha contra la corrupción, la intenta tapar. Los altos cargos del PP, como el ministro del Interior, salen en defensa de Pedro Antonio Sánchez de forma injustificada poniendo en cuestión a Guardia Civil, jueces y fiscales, con tal de salvaguardar a su señor de Murcia", ha criticado

En su opinión, la estrategia del PP es "absolutamente rastrera" y consiste en acusar precisamente a los que han denunciado sus corruptelas para salvar sus responsabilidades.

En este sentido, González Tovar ha retado al presidente murciano a tener un cara a cara para que demuestre las denuncias falsas que han puesto los socialistas, "que son un delito que se debe denunciar".

"Las denuncias que hemos puesto los socialistas han avanzado en su inmensa mayoría, y ahí están, 25 casos abiertos en la Región, con más de 80 imputados del PP, la mayoría fruto del trabajo de las denuncias del PSOE, pero también de jueces, fiscales e informes de la Guardia civil", ha recordado.

Por otra parte, el portavoz socialista ha instado a Pedro Antonio Sánchez a que vaya directamente al juzgado y pida declarar en el caso Púnica, "porque él lo puede hacer a petición propia, en vez de esconderse como hizo en la Asamblea para insultar a los demás".

"No fue capaz de responder ni una sola de las preguntas que se le hizo en clave parlamentaria. Ahora tendría que haber dado él el paso yendo al juzgado a dar explicaciones, pero es más fácil ampararse en sus altos cargos".

Según González Tovar, la corrupción política es un asesino silencioso de los valores democráticos y denigra las instituciones públicas. "La corrupción es lo más inaceptable que puede haber en democracia, y quienes la justifican, quienes no quieren dar la cara cuando hay acusaciones, están perjudicando doblemente a la democracia y a la Región de Murcia".

Ha afirmado que el Partido Socialista cuando ve un delito, lo denuncia, porque "cualquier persona honrada tiene la obligación de denunciar los delitos que vea", y ya los jueces y fiscales valoran si hay indicios o no en esa denuncia. "En estos casos, no sólo se han visto indicios, sino que se han abierto expedientes".

Ha recordado los casos Umbra, Totem y Zerrichera, "y una multitud de casos de corrupción en la Región de Murcia con el PP como protagonista". "Hay que tener mucha cara para acusar a los demás de lo que sólo es su estricta responsabilidad".

González Tovar ha señalado que en el PSOE están preocupados por las repercusiones que la corrupción tiene sobre la Región. "Pedro Antonio Sánchez tiene fecha de caducidad, ya no es un elemento importante y no nos preocupa".

"Lo que nos preocupa es la Región de Murcia y los más de 3.000 millones de euros que se han perdido en la comunidad por temas de corrupción", ha indicado.

"Nos preocupa la imagen que está dando la Región, poniéndose en el epicentro de la corrupción y nos preocupa tener un presidente que en vez de estar pensando en los problemas de la gente, tiene en la cabeza sus problemas judiciales de los que tiene difícil escapatoria" ha añadido.

Finalmente, el dirigente socialista ha insistido en que la Región de Murcia no merece un presidente que esté situado permanentemente en el entorno del delito, y que en vez de dar explicaciones, se va al insulto personal y a la descalificación de los grupos de la oposición.