El 8 de noviembre del año 1849, reinaba S. M. la Reina Isabel II, fue aprobado el Reglamento por el que se crearían los primeros Guardas Jurados, que deberían ser: "hombres de buen criterio y prestigio entre sus gentes, que cuidaran como suyo lo que era de los demás y en los campos existe, pues no cuanto hay en el campo es de todos..." .
En un primer momento tenía como misión vigilar cotos, villas, fincas, parques y pequeñas áreas rurales privadas. Era Agente de la Autoridad, distinguiéndolos de los guardas municipales, y de los guardas de campo no jurados, que eran meros trabajadores particulares de los terratenientes.
El Guarda Jurado actuó desde 1876 en estrecha colaboración con el cuerpo de la Guardia Civil, ganándose a pulso una bien merecida imagen de vigilante fiel, recio, duro y colaboraba en todo con la ley con fuerte motivación. El Guarda Jurado hacía las tareas de control y salvaguardia que táctica y logísticamente, la Guardia Civil no podía hacer y para ello, contando con un Guarda Jurado, tenía un refuerzo de la ley, en toda villa, parque, plaza y monte. Todas sus denuncias se hacían ante el alcalde y la Guardia Civil, y se llevaba un registro de ellas.
Después de esta introducción donde se ve perfectamente la importancia que tenia esta figura antaño, hoy se ha degradado y somos moneda de cambio de empresas y políticos.
Donde ya éramos Agentes de Autoridad y hoy sin conocer nuestra historia, estos políticos dicen que únicamente tendremos este carácter cuando colaboremos junto a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, tal y como dicta el artículo 31 de la Ley de Seguridad Privada.
Hoy, día de la Seguridad Privada, queremos felicitar a todo el personal que forma parte de este sector: escoltas, guardas rurales, vigilantes, jefes y directores de seguridad y detectives privados.
Desde Marea Negra seguimos en nuestra lucha, que no es otra que la de la defensa y protección de los derechos de todo este gran colectivo, y abogamos por la unión del mismo, ya que si remamos todos en la misma dirección llegaremos a buen puerto.
