Seis jóvenes seminaristas han sido admitidos a las Sagradas Órdenes por el Obispo de Cartagena, en una celebración que tenía lugar el pasado domingo en la parroquia de San Juan Bautista de Murcia. Javier Conesa Carrillo, Carlos Francisco Delgado García, José David González Carmona, Blas Damián López González y Lope Fernando Nadal Martínez, del Seminario Mayor de San Fulgencio; y Pedro César Carrillo Martínez, del Seminario Misionero Redemptoris Mater, han sido aceptados por la Iglesia Diocesana para recibir posteriormente el diaconado y el sacerdocio.
Tras una seria preparación intelectual, comunitaria, pastoral, espiritual y personal en el seminario, el domingo se presentaban con una firme y consolidada vocación al sacerdocio. Un tiempo, el del seminario, que, según indicaba el Obispo, les ha ayudado a conocer su “futuro misterioso” que es “amar apasionadamente a la Iglesia, dedicando todo su ser y amor a la comunidad”.
“Os preparáis para la donación de vida”, puntualizaba Mons. Lorca, quien los animaba a seguir con alegría el proyecto que Dios ha preparado para ellos: “¡Alegraos en el Señor! Estáis llamados a ser heraldos autorizados del Evangelio para la humanidad entera, sin ningún límite”. Así mismo, los invitaba a seguir formándose y preparándose para el sacerdocio, para “llegar a ser una imagen viva y transparente de Cristo sacerdote, creciendo en la santidad según el don recibido”.
Durante su homilía, el Obispo de Cartagena les recordó las palabras del Papa Francisco de no olvidar, en su condición de consagrados y evangelizadores, de vivir la espiritualidad, la ternura, la cercanía, el servicio, la misericordia, la contemplación y la paz interior. “Tenéis que ser hombres imbuidos de espíritu de oración, sentir la necesidad de oración para santificaros y para santificar a las almas que se os han confiado, porque el mejor evangelizador es siempre el santo”, indicaba Mons. Lorca Planes.
Otros consejos del pastor de la Diócesis, fueron el ayudar a las familias y a los jóvenes, a los que “ofrecerles ideales elevados y ejemplos concretos de austeridad de vida, coherencia, generosidad y entrega incondicionales”.