La Consejería de Cultura y Portavocía organiza este viernes en el Archivo General de la Región un nuevo concierto del ciclo 'Música degenerada. Compositores perseguidos por el nacionalsocialismo', en el que los músicos murcianos Miguel Losada Abellán (violín) y Miguel Luis Losada Rodríguez (piano) interpretarán varias composiciones de la producción camerística del checo Erwin Schulhoff y el alemán Paul Hindemith.
Unidos a la amplia lista de compositores programados en este ciclo que coordina Enrique González Semitiel (Schreker, Haas, Krasa, Klein, Hartmann, Schul, Neumeyer, Messiaen, Martinu, Webern, Schoenberg, Korngold), estos dos autores contribuyen a configurar el panorama inabarcable que supone la mu´sica de compositores perseguidos o asesinados por el III Reich en los que se centra esta iniciativa.
En concreto, en el Archivo se interpretarán el viernes, a partir de las 20:00 horas, la Sonata para violín y la Sonata para violín y piano n° 2 de Schulhoff y, a continuación, la Sonata para violín Op.31 n°2 y la Sonata en Do para violín y piano de Hindemith.
La directora general de Bienes Culturales, María Comas, destacó "el interés de los responsables del Archivo y los organizadores del ciclo 'Música degenerada' por programar conciertos no convencionales; música que se interpreta con poca frecuencia pero que, por su calidad, merece tener un hueco en la programación de los espacios gestionados por la Consejería de Cultura". De este modo, "se completa su variada oferta y se despiertan en ocasiones nuevas inquietudes en el público asistente", apuntó Comas.
Los compositores
Erwin Schulhoff (1894-1942), pianista excepcional, fue uno de los compositores checos de origen judío más populares de su tiempo, y fue considerado el principal valor de la vanguardia musical checoslovaca. Formado en Praga, Viena, Colonia y Leipzig, abordó casi todos los géneros musicales e integró el jazz en las formas tradicionales de la sinfonía y el concierto. Intentó plasmar en su música su compromiso político con las ideas socialistas y tras su adscripción al Partido Comunista los nazis lo detuvieron y recluyeron en el campo de Wülzburg, donde murió de tuberculosis.
El violinista Paul Hindemith (1895-1963), por su parte, nació en una familia de escasos recursos y tocó desde su infancia en tabernas, cafés, teatros y bandas para pagarse los estudios en el conservatorio. Autor de una extensa producción que abarca todos los géneros, pasó a ser violinista en la Öpera de Francfort antes de cumplir los 20 años.
Como compositor, se convirtió en una de las grandes figuras de la música de entreguerras en Alemania y símbolo de la vanguardia musical con fama de provocador. Considerada su música como 'degenerada' por el régimen nazi, tuvo que abandonar la dirección de la Escuela Superior de Música de Berlín y exiliarse a Estados Unidos. Años después regresó a Zúrich, donde ejerció la docencia sin dejar de componer.