Hoy se celebra el Día Internacional del Voluntariado y será el primero con la nueva Ley que lo regula en España publicada el pasado 15 de octubre -Ley 45/2015, de 14 de octubre, de Voluntariado-.
Se supone que en esta jornada se agradecerá a esas personas, hombres y mujeres, jóvenes, mayores…su labor anónima, altruista, solidaria, libremente asumida y dadores de su tiempo el bien más preciado- en multitud de ámbitos: social, internacional, ambiental, cultural, deportivo, educativo, de ocio y tiempo libre, socio-sanitario, comunitario,..., pero quizás no, y se olvide por muchos, o pase desapercibido en los medios.
Yo soy voluntario realmente soy scouter porque así me siento pues soy scout o explorador, elijan Ustedes-, pero además, responsable de medio centenar de estos raros especímenes por mi condición de Coordinador de Grupo.
Scouters son esos que dedican su tiempo y labor a niños, niñas, y jóvenes, de entre 5 y 21 años, o labores de apoyo, en un Grupo Scout cualquiera, en este caso el Grupo Scout Ciudad del Sol-108 de Lorca.
No, no somos monitores, aunque sí estamos obligados a estar titulados para realizar nuestra labor.
En Scouts de España y otras asociaciones escultistas- somos Scouters.
¿Por qué he dado este título? Muy fácil. Lo explico. Seguro que pasará en más entidades de pequeño calado que acogen a voluntarios, pero sólo hablo de lo que conozco en primera persona.
Normalmente son jóvenes de entre 21 y 35 años, aunque también mayores de 40 o 50, que fueron scouts en su infancia o no.
Su compromiso en nuestros grupos pasa por planificar contenidos y objetivos educativos siguiendo una metodología, se comprometen a formarse como decía como monitores y directores de ocio y tiempo libre, con unas 500 h. de formación incluidas prácticas- además de la formación propia scout en nuestras escuelas insignia de madera, también con formadores voluntarios, que normalmente supone dos fases con unas 120 h.
totales cada una, pero es que aquí lo insólito-, aunque la Ley del Voluntariado recoge que los costes económicos que la labor voluntaria les supongan les serán reembolsados, un scouter del 108 asume, a saber: su censo anual federativo, que engloba su seguro de accidente y responsabilidad civil, adquiere su uniformidad menos mal que es sólo un polo azul y una pañoleta-, su equipo de acampada, si acude a una excursión paga, si acude a una acampada paga, si acude quince días a un campamento paga.
¿Y por qué hace esto?: Primero porque lo hace libremente, pero también porque actúa de forma solidaria ante casi dos centenares de familias que les confían sus hijos e hijas, y que si no fuera así y estos gastos se repercutirían en las ya economías suficientemente castigadas ser scout sería un lujo.
Sí que es cierto que se les abona, con esfuerzo, tras dos años de compromiso como scouter, el 50% o el 100% de sus cursos de ocio y tiempo libre, que en la mayoría de las veces sólo la realizan para ser Scouters pues rara vez le sacan otro beneficio salvo el saberse formados.
Expuesto esto, decir que durante once meses están en modo scouter, pensando en sus educandos, se involucran en cuantas acciones se les antojan edificantes.
Que toca recoger alimentos, juguetes, ropa o material escolar para los más necesitados, allá que van; que diseñan una campaña de captación de fondos para otras entidades o de sensibilización contra el cáncer de impacto, se dejan el pellejo; que toca donar sangre, van; que ocurre un terremoto o inundación de nada. Van. Que se organiza un acto ante el monumento del voluntario anónimo…¡ah, no! Que no van.
Que un acto de reconocimiento por su labor…¡ah, no, tampoco fueron!. Cosas que pasan. Mientras tanto buscan cómo financiar entre 300 y 500 € anuales para ser scouter, pero claro el voluntariado de ocio y tiempo libre es un voluntario de segunda clase, aunque eduque en valores en un ámbito concreto, la educación no formal, con el futuro de un país y es impensable por un momento que puedan necesitar cualquier ayuda pública o privada, pero están esos padres y madres que sí reconocen esa labor.
El caso es, que mientras tanto seguirán haciendo su labor de voluntariado, siendo Scouters, siendo scouts, sin esperar nada a cambio, pero a veces, aunque sea una vez al año, no está mal recordar su compromiso.
Scouts de España lo hace a través de un programa: #GraciasScouter. Y yo, como orgulloso coordinador suyo sólo me queda sumarme al agradecimiento.
Gracias Scouters.
Gracias a todos los voluntarios que os dejáis la piel convencidos de que un mundo mejor es posible. Al menos hoy, vuestro día, recuerdo trasladaros mi agradecimiento. Perdonadme si el resto del año ando liado y lo olvido siendo Voluntario, siendo scouter a vuestro lado. Es un orgullo compartir senda scout con vosotros.
Pedro E. Llamas Fernández. C° de Grupo