Esta medida es contraria a la demanda de la mayoría de la sociedad española, concretamente un 62,3 % de las familias eligen la asignatura de religión como la alternativa que quieren para la formación de sus hijos.

La diputada popular señala que "La Constitución Española garantiza el derecho de los padres a que sus hijos reciban la formación religiosa de acuerdo a sus convicciones".

En relación a la propuesta electoral presentada por el PSOE a nivel nacional de sacar la religión de las aulas, el Partido Popular manifiesta que ésta, es la prioridad para el PSOE, iniciativa que no llevaron a cabo ni en sus años de gobierno, ni de oposición.

Severa González, diputada nacional del Partido Popular por la Región de Murcia, ha manifestado al conocer la propuesta que, ésta "es una medida contraria a la demanda de la mayoría de la sociedad española, y al derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban formación religiosa y moral de acuerdo con sus convicciones", que no es otra cosa que lo que dice el Art. 27.3 de la Constitución Española.

El PSOE también obvia que en la educación obligatoria, primaria y secundaria, el curso pasado se registró una demanda del 62,3% las familias que optaron por la asignatura de religión como optativa para sus hijos. Por otra parte también cabe recordar que la Ley Orgánica 2/2006 de Educación, la LOE, impulsada por Zapatero establecía que la religión era de oferta obligatoria para los centros y de carácter voluntario para los alumnos y alumnas. Esto no ha sido modificado en ningún momento.

La LOMCE establece que la religión es igualmente una asignatura de oferta obligatoria por los centros en primaria y la ESO, y voluntaria para las familias. Sin embargo, no es obligatoria en Bachillerato, a diferencia de la situación anterior.

Así mismo la LOMCE establece que la religión y la asignatura alternativa a ésta son evaluables (como la LOE) como una asignatura más durante la etapa, en evaluación continua, pero ninguna de las dos puntúan en las evaluaciones finales de ESO o Bachillerato. La única diferencia con la situación anterior, es que su nota computará, como el resto de las asignaturas, en las convocatorias en concurrencia competitiva, como: la admisión a la universidad, o el acceso a becas y ayudas al estudio.

El temario lo fijan las autoridades de cada una de las cuatro confesiones con las que el Estado mantiene acuerdos (católica, evangélica, islámica y hebrea) y el Ministerio los publica tras comprobar que no son contrarios al ordenamiento jurídico español. Ni la LOMCE ni la normativa de desarrollo fijan el número de horas para esta asignatura, lo establece cada una de las Administraciones educativas (en función de su programación) o bien los centros docentes.

La valoración política que hacemos desde el Partido Popular es que el PSOE tuvo 8 años para sacar la religión del currículo educativo y no lo hizo. En la oposición tampoco presentó ninguna enmienda en este sentido a la LOMCE, y ahora copia una propuesta de Rubalcaba recogida en la Conferencia Política de 2013, que va en contra del derecho constitucional que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral de acuerdo con sus convicciones.

Por otro lado, el PSOE siempre ha recurrido a los acuerdos Iglesia-Estado en campaña electoral. Ha amagado en numerosas ocasiones con denunciar el concordato pero siempre ha dado marcha atrás en sus pretensiones. Hay que recordar que en 2006 el Gobierno con la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega al frente- y la Santa Sede ampliaron los Acuerdos Iglesia-Estado para dar rango legal al modelo de financiación.

El Partido Popular cree que, Pedro Sánchez, no sólo está generando división en la sociedad española, también en su propio partido. Toma decisiones sin consultar en un mal ejercicio de autoridad. En los últimos días, hemos visto, por un lado, voces críticas en el seno socialista por el fichaje de la ex diputada de UPyD Irene Lozano y, por otro, controversia en la Ejecutiva del PSOE en materia de prostitución.

Religión, fichajes, prostitución…Pedro Sánchez va a presentar un programa electoral que no respaldarán muchos de los miembros de PSOE ni sus votantes.