Cientos de tortugas moras (Testudo graeca graeca) entregadas por los particulares al Gobierno de la Región de Murcia durante los últimos 13 años, podrían haber sido sacrificadas. Un informe enviado a ACUDE por la Consejería de Agricultura y Agua, afirma que entre los años 2002 y comienzos de 2015 ingresaron en su Centro de Recuperación de Fauna Silvestre 2.642 tortugas, de las que en febrero de 2015 quedaban 76, sin especificar el destino de las demás. Según una información aparecida en el periódico La Verdad de Murcia en agosto de este año, más del 90 por ciento de las tortugas que entregan los particulares a esa Consejería mueren o son sacrificadas, por motivos sanitarios, hibridación, alteraciones morfológicas o inadaptación.

Según consta en un informe de la Consejería de Agricultura, Agua, al que ha tenido acceso ACUDE, entre los años 2002 y comienzos de 2015, ingresaron en su Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de El Valle un total de 2.642 tortugas moras entregadas por particulares que las mantenían en sus casas. De todas ellas, solo quedarían 76 ejemplares en sus instalaciones hasta febrero de este año. El sacrificio de tortugas podría ser una práctica habitual de la Administración regional en las instalaciones del mencionado Centro de Recuperación de Fauna, ya que, según información publicada por el periodista Miguel Ángel Ruíz el pasado mes de agosto en La Verdad de Murcia, más de un 90 por ciento de las tortugas que les entregan los particulares mueren o son sacrificadas, argumentando motivos sanitarios, hibridación, alteraciones morfológicas o inadaptación, por ejemplo.

La tortuga mora es una especie protegida desde 1973, aunque tradicionalmente, y especialmente en las provincias del sureste ibérico, han sido mantenidas en cautividad por sus habitantes, bien como mascotas o por falsas creencias, y en otras épocas con interés culinario. A los ejemplares autóctonos que eran recogidos directamente del monte, se han ido sumando durante décadas tortugas procedentes del Norte de África, principalmente de Marruecos, que entraban en cantidades importantes por las fronteras, llegando a mezclarse en las casas con ejemplares de origen autóctono, lo que ha provocado que actualmente miles de ejemplares que están en cautividad estén hibridados.

Según destacados científicos que investigan a las tortugas y diversos organismos internacionales no se deben liberar nunca en el medio tortugas moras procedentes de cautividad, ya que pueden transmitir enfermedades a las silvestres, allá donde las haya, o provocar hibridación genética que pueden poner en peligro las poblaciones naturales de esta singular especie.

El Gobierno Regional ha estado durante años tolerando las sueltas incontroladas de tortugas procedentes de cautividad realizadas por algunas asociaciones ecologistas o naturalistas, que han efectuado reintroducciones sin control alguno por la autoridad competente. Incluso la propia Consejería competente podría haber realizado en ocasiones sueltas de ejemplares procedentes de cautividad, tal vez sin los necesarios análisis genéticos, lo que podría suponer la vulneración de algunos criterios internacionales en materia de reintroducción de especies.

Existen diversas alternativas al sacrificio de ejemplares sanos procedentes de cautividad, muy baratas, para mantenerlos en condiciones adecuadas y que además pudiesen servir como recurso didáctico y educativo, como por ejemplo la creación de centros de acogida de tortugas, situados en áreas muy alejadas de las poblaciones silvestres. Igualmente, llegar a acuerdos con particulares para que las mantengan legalmente en depósito y custodia, bajo la supervisión y control de los técnicos y de los agentes medioambientales de la Consejería competente podría ser una interesante opción. El recurrir a asociaciones, fundaciones o empresas para realizar esta función supondría un despilfarro de recursos públicos cuando la propia administración regional dispone de terrenos y personal suficiente para que se ocupen de estas funciones.

ACUDE considera que los particulares bienintencionados que durante años han entregado las tortugas a la Administración regional, con el convencimiento de que serían mantenidas en condiciones óptimas, se podrían sentir engañados, ya que en realidad la inmensa mayoría habrían muerto en su Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de El Valle.

En el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre trabajan personas muy competentes y preparadas para la gestión de la especie en sus instalaciones, pero la incapacidad del poder político y de algunos técnicos de la Consejería para tomar decisiones adecuadas al respecto, ha conducido a una situación insostenible con las tortugas moras y a la muerte y sacrificio de cientos de ellas.

Por todo ello, exige a la consejera de Agricultura y Agua el cese inmediato de la Directora del Centro de Recuperación de Fauna de El Valle, por su falta de capacidad para solucionar el problema de las tortugas procedentes de cautividad tomando el sacrificio de ejemplares como vía.

Igualmente, ACUDE considera que la consejería debe practicar la transparencia informativa y publicar en la página web de la CARM la información relativa a los ingresos y bajas de ejemplares, complementándola con información sobre las características de los mismos, el correspondiente informe veterinario que certifique el motivo del sacrificio, el lugar donde se depositan al ser entregadas las mismas o la documentación gráfica sobre todo el proceso.

ACUDE ofrece a la Administración murciana su colaboración desinteresada para solucionar el problema de las tortugas procedentes de cautividad, aportando su dilatada experiencia en materia de conservación de estos singulares e interesantes reptiles. En su red de custodia del territorio cuenta con fincas cuyos propietarios estarían dispuestos a ceder terrenos para este fin.