Ayer, 2 de julio, tuvieron lugar las pruebas escritas para conceder las becas de Premios Extraordinarios en el IES Miguel de Cervantes convocadas por la Dirección General de Calidad Educativa, Innovación y Atención a la Diversidad a la que se inscribieron alrededor de 500 estudiantes que cumplían los requisitos para poder optar a una beca: superar la cifra de 8,75 de media en bachillerato habiéndolo cursado en un centro público o privado.
Todos ellos coincidieron afirmando que las temperaturas de las aulas eran sofocantes, de más de 30ºC. Las aulas no disponían de la ventilación adecuada, no poseían aparatos de aire acondicionado y solo unas pocas aulas tenían ventiladores.
Todo ello hizo muy difícil que los estudiantes que se presentaron a estos premios pudieran concentrarse y realizar el examen usando todas sus capacidades. Esta situación afectó a los brillantes alumnos de bachillerato de la Región de Murcia ayer, pero no podemos olvidar que este fenómeno se repite cada inicio de curso y cada final del mismo en una gran cantidad de centros educativos de la Región y tras numerosas demandas por parte de la Comunidad Educativa, especialmente, por parte de quienes lo sufren –los estudiantes-, a día de hoy, se siguen sin tomar medidas en este asunto.
A estas alturas, está ya más que demostrado que unas temperaturas como las que se registraron ayer en las aulas del Cervantes perjudican en la concentración y en el desarrollo del aprendizaje de los estudiantes. Es por ello por lo que la Federación Murciana de Asociaciones de Estudiantes (FEMAE) pide a la Consejería de Educación que se tomen cartas en el asunto. La presidenta de la misma y estudiante que participó ayer en esta prueba, Gema Bravo, declaró ante los medios de comunicación, reivindicando la toma de conciencia y la actuación urgente por parte de la administración antes de que se inicie el curso escolar con la misma problemática que lleva afectando a tantos estudiantes durante tantos cursos.