La operación 'CALIPSO-TOMATE' se ha saldado con la detención de los seis integrantes del grupo delictivo en Cantabria y Murcia; se han realizado dos registros e intervenido vehículos y útiles empleados en los robos y recuperado numerosos objetos sustraídos
La banda delictiva, altamente especializada, cambiaba de provincia cada quince días con objeto de seguir delinquiendo y tratar de eludir la investigación policial
Hasta el momento se ha esclarecido alrededor de un centenar de robos cometidos en Murcia, Almería, Cantabria, Asturias, País Vasco, Zamora y Palencia
Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional han detenido a seis personas como presuntos autores de un centenar de delitos de robo con fuerza en las cosas, tanto en domicilios como en establecimientos comerciales, principalmente supermercados, también en gasolineras y locales de ocio; asimismo se les imputa un delito de pertenencia a organización criminal y falsedad documental por obtener y desplazarse con matrículas falsas.
Fruto de la investigación conjunta que se ha venido desarrollando, desde julio del pasado año, entre la Jefatura Superior de Policía Nacional y la 5ª Zona de la Guardia Civil de la Región de Murcia, se ha logrado desarticular un grupo criminal dedicado a la perpetración de robos con fuerza en domicilios y establecimientos, con ámbito de actuación en todo el territorio nacional.
Centro de operaciones de Murcia a Cantabria
Constituían un grupo delictivo itinerante, con una estructura jerarquizada y ámbito de actuación principalmente en las provincias de Murcia, Almería, Zamora, Palencia y Cantabria, ciudad a la que se habían desplazado recientemente desde Murcia, trasladando su centro de operaciones.
Desarrollaban una intensa actividad delictiva con una gran especialización, utilizaban numerosas medidas de seguridad para dificultar ser detectados por los investigadores. Para cometer los robos empleaban sistemas de comunicación especializados, potentes inhibidores de frecuencia para inutilizar las alarmas de los establecimientos, así como un sistema hidráulico que había sido sustraído en el Parque de Bomberos de San Pedro del Pinatar (Murcia).
Algunos de sus robos fueron perpetrados incluso con sus moradores en el interior aprovechando las horas de somnolencia; se hacían con las llaves de los vehículos para sustraerlos y posteriormente utilizarlos en su actividad delictiva. Previamente instalaban sobre éstos placas de matrículas falsas en ocasiones y en otras sustraídas, y los "maquillaban" en un taller del municipio murciano de Molina de Segura, local estrechamente vinculado con la organización.
Cambiaban de provincia cada 15 días
La operatividad del grupo desarticulado consistía en actuar durante un plazo de unos quince días en una provincia, desplazándose seguidamente a otra con la finalidad de tratar de eludir y entorpecer la investigación policial; una vez ubicados en su nuevo destino volvían a desarrollar su ilícita actividad durante un tiempo similar, repitiendo nuevamente el traslado a otra provincia.
La ardua investigación ha desembocado en una intervención policial, con cinco detenciones en la localidad cántabra de Piélagos y la detención en la Región de Murcia del dueño del taller mecánico que daba cobertura a esta banda organizada. Cuatro de los detenidos son de nacionalidad albanesa y dos son españoles, todos ellos con edades comprendidas entre los 24 y 35 años.
Dos registros y gran cantidad de material intervenido
Se han llevado a cabo dos entradas y registros: uno en un domicilio de Mortera (Cantabria) y otro en una nave industrial de Molina de Segura (Murcia) en los que se han intervenido cinco vehículos de alta gama, tres de ellos sustraídos en Murcia y Almería; gran cantidad de herramientas y útiles como mazas, patas de cabra, radiales, taladros, placas de matrícula, inhibidores de frecuencia, equipos de transmisiones, etc.; también efectos procedentes de distintos robos como miles de euros en efectivo, un millar de cajetillas de tabaco sustraídas en estancos, una decena de bicicletas de gran valor económico y un equipo de salvamento profesional que fue sustraído del Parque de Bomberos de San Pedro del Pinatar (Murcia) y que era utilizado en su actividad delictiva.
La operación ha permitido esclarecer, hasta el momento, un centenar de robos cometidos en Murcia, Almería, Cantabria, País Vasco, Asturias, Zamora y Palencia, aunque la investigación continúa abierta para el total esclarecimiento de los delitos cometidos por el grupo criminal desmantelado.
Esta compleja investigación, habida cuenta de la logística que ha implicado, ha sido desarrollada conjuntamente por agentes del Grupo de Crimen Organizado de la Jefatura Superior de Policía Nacional de la Región de Murcia y la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil y, han contado con el apoyo operativo de las Unidades de ambos Cuerpos destinadas en Cantabria.