Varios cientos de vecinos y propietarios de Mula y Pliego participaron el pasado miércoles y jueves respectivamente, en dos reuniones informativas para valorar el contenido del proyecto de Decreto y Plan de gestión del espacio natural Rió Mula y Pliego, que se encuentra en exposición pública desde el pasado 3 de enero y hasta final de febrero.
Las asambleas habían sido convocadas por FAPEN (Federación de Asociaciones de Propietarios en Espacios Naturales de Murcia) y algunas de sus asociaciones (Asociación de Propietarios de Sierra Espuña, del Cagitán o de Burete, Lavia y Cambrón).
El Presidente de FAPEN, José Luis Hernández, fue dando un repaso a diversos párrafos del texto del Decreto y Plan de gestión sometido a información pública, en las que haciendo referencia a las páginas del documento, fue comentando varios de los impactos y amenazas que, según Medio Ambiente, suponían las actividades agrícolas, ganadera, industrial y urbanística para las cuencas del entorno de hasta 1.000 m. en las riberas del Río Mula y Pliego, identificados en diversos planos anejos al Plan.
La lectura de algunas de las múltiples amenazas e impactos que estas actividades suponen supuestamente para el entorno del LIC, y la necesidad de que se autoricen o revisen previamente por Medio Ambiente a partir de ahora; causaron gran preocupación en muchos de los afectados asistentes.
La preocupación fue mayor cuando el Presidente de FAPEN explicó algunos de las promesas y compromisos escritos incumplidos en el Plan del Noroeste aún no aprobado; así como la experiencia de casi 20 años del primer emblemático PORN (Plan de Ordenación de los Recursos Naturales) de Sierra Espuña, que a pesar de ser modélico en cuanto a su redacción y apoyo y ayudas a los propietarios; se está incumpliendo y gestionando contra los intereses de los propietarios de Sierra Espuña y su entorno, como se demuestra por ejemplo en los graves daños que produce el arruí a los cultivos privados sin indemnizar a los afectados como establece el PORN.
Al final de ambas reuniones, se acordó presentar diversas alegaciones por los propietarios que se sintieran afectados, a fin de que Medio Ambiente conteste y aclare por escrito las limitaciones concretas que va a suponer este espacio natural para la continuidad de la actividad económica y las edificaciones de la zona.