La Federación de Cooperativas Agrarias de la Región, Fecoam, insiste en la necesidad de modificar de manera urgente el reglamento comunitario que Bruselas estableció como reacción ante la crisis de mercado causada por el cierre de las fronteras de Rusia a los productos de la Unión Europea. La organización considera que debe incluir medidas que atiendan suficientemente y a tiempo a todos los productos afectados por el veto, y ya se lo ha transmitido en sendas reuniones al consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá; al presidente del Ejecutivo murciano, Alberto Garre, y a la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina.
La Comisión publicó en diciembre el Reglamento Delegado 1371/2014 sobre medidas excepcionales de ayuda a productores de determinadas frutas y hortalizas por el que se modificaba el Reglamento 1031/2014 y mediante el cual se establecían nuevas, y muy limitadas, medidas excepcionales de ayuda a los productores de determinadas frutas y hortalizas para el primer semestre de este año.
En concreto, el documento estableció para el periodo que abarca desde el 1 de enero hasta el 30 de junio nuevos cupos de retirada excepcional para determinados grupos de frutas y hortalizas y, entre ellos, un cupo de 15.775 toneladas para los cítricos (naranja, clementina, mandarina y limón) en España. Sin embargo, según los datos revelados por el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), tan solo 15 días después del inicio de la aplicación del nuevo reglamento ya se han producido en España notificaciones y autorizaciones para retirar la totalidad de las cantidades fijadas.
Fecoam señala que el elevado ritmo de uso del escasísimo volumen que se puso a disposición del país es consecuencia directa de la situación de desequilibrio que sufre el mercado comunitario en este momento de la campaña, claramente excedentario por dos factores. El primero, y más obvio, es las exportaciones europeas que no han podido destinarse a Rusia. El otro factor es que, contrariamente a muchos pronósticos, los terceros países exportadores de cítricos, como Marruecos, Egipto, Israel o Turquía, no han reorientado y concentrado sus envíos hacia Moscú para aprovechar el hueco dejado por España, de modo que no se ha descongestionado el mercado interior comunitario.
La realidad es que estos países están penetrando muy limitadamente en el mercado ruso y están concentrando sus ventas en el europeo, como consecuencia tanto del diferencial de seguridad jurídica y financiera que existe entre uno y otro destino, como de la devaluación del rublo. El desequilibrio ocasionado por estos flujos comerciales está siendo aprovechado por la distribución, que ejerce una importante presión a la baja de los precios.
Fecoam alerta de que el veto de Rusia, -que aunque es un mercado minoritario en términos absolutos para los exportadores españoles, se trata del principal mercado de exportación extracomunitario y tiene gran importancia desde el punto de vista de la regulación de la oferta-, está perjudicando gravemente a la rentabilidad de los productores y de las cooperativas, y sus efectos ya se están notando en las campañas de cítricos y hortalizas. Por tanto, reitera que las medidas establecidas por Bruselas son necesarias para reequilibrar el mercado, y de hecho se están utilizando, pero las cuantías aprobadas resultan absolutamente insuficientes frente a la envergadura del problema.