El día de ayer, la demarcación de Costas terminó de retirar las estructuras de madera y otros materiales que servían de apoyo para el ejercicio de la pesca ilegal en la vertiente mediterránea de La Encañizada (Mar Menor) dentro del Parque Regional Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar
Durante las últimas semanas, operarios de la empresa TRAGSA, contratada por la Demarcación de Costas en Murcia del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, vienen realizando trabajos de eliminación de las plataformas de madera instaladas en la vertiente mediterránea de Las Encañizadas para el ejercicio de la pesca ilegal.
La actuación desarrollada por Costas responde a la acción de protesta y denuncias formuladas por ANSE el pasado verano antes diversos organismos (Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Ayuntamiento de San Javier y Servicios Marítimo y de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil). La intervención de todos ellos en diferente grado ha conllevado la progresiva retirada de las redes y embarcaciones hasta llegar a este último paso de eliminación de las plataformas para almacenamiento y secado de redes.
La denuncia formulada por ANSE se justificaba en que este área se encuentra calificada como Zona de Conservación Prioritaria en el Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) del Parque Regional Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar, aprobado en 1995, que cuenta con cinco figuras de protección, cuatro de ellas internacionales: Parque Regional, Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), Zona Especialmente Protegida de Importancia para el Mediterráneo (ZEPIM) y Humedal de Importancia Internacional Ramsar.
El citado PORN llamaba ya la atención hace casi 20 años sobre la necesidad de proceder a la “…erradicación de la pesca ilegal, que supone un grave perjuicio para las comunidades de aves, especialmente las nidificantes, que se asocian a este hábitat singular”.
La actividad pesquera denunciada por ANSE se realizaba por al menos una quincena de embarcaciones de pequeña eslora de entre 4 y 7 m aproximadamente, que permanecían fondeadas en la orilla norte de la Encañizada, al abrigo de los denominados “escullos”. La casi totalidad de las embarcaciones carecía de matrícula identificativa, como obliga la normativa de pesca.
Las redes (al menos entre 10 y 12 diarias) se situaban en torno al canal natural de comunicación entre el Mediterráneo y el Mar Menor, y llegaban a formar en determinadas épocas y días una auténtica maraña que impedía el movimiento de peces, y limitaba en gran medida el uso de la zona por la avifauna silvestre, entrañando un grave peligro para las aves de mayor tamaño.
Muchas de las redes se apoyaban en entramados de cabillas metálicas clavadas al suelo, de forma que servían para delimitar el trazado de las redes, que se sujetaban periódicamente a las citadas cabillas en el aire facilitando su limpieza sin necesidad de retirarlas de la zona de pesca. Casi todos estos elementos metálicos han sido igualmente retirados por Costas.
Para el apoyo de las labores pesqueras existían cuatro pequeñas plataformas de madera sobre pilares clavados en el fondo, que eran utilizadas para almacenar las redes cuando no eran utilizadas. El uso de paranzas y otras artes de pesca similares está expresamente prohibido en las golas de comunicación entre el Mediterráneo y el Mar Menor, como es el caso.
El ejercicio de la actividad de la pesca ilegal en un espacio como el Parque Regional, ZEPA, ZEPIM, LIC y Humedal Ramsar Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar contraviene además todas las recomendaciones contempladas en el “El Régimen de control de la pesca de la Unión Europea”, e incumplía la legislación de aplicación a Zonas de Especial Conservación (ZEC), y Directivas de Aves y Hábitat.