El presidente de la Comunidad Autónoma, Alberto Garre, expresó hoy, en nombre de la sociedad murciana, sus condolencias por el fallecimiento de monseñor Javier Azagra Labiano, emérito de la Diócesis de Cartagena, de la que fue obispo auxiliar entre 1970 y 1978 y obispo titular entre 1978 y 1998.
Garre destacó "las cualidades humanas y el compromiso" del obispo Azagra, "manifestado siempre desde la cercanía y una afabilidad que le hizo ser una persona muy querida y respetada por todos".
Asimismo, el jefe del Ejecutivo regional señaló que "durante las décadas en que estuvo al frente de la Diócesis y junto al desarrollo de una amplia labor pastoral, fue constante su preocupación por todos los sectores de la sociedad, a la que procuró conciliar en momentos de complejidad laboral y durante todo el proceso de transición política y creación de la Comunidad Autónoma".
El presidente regional añadió que el reconocimiento a su destacada labor le llegó a Javier Azagra en vida, "en los diversos homenajes de los que fue objeto desde que fue relevado al frente de la Diócesis y nombrado posteriormente obispo emérito", entre ellos la distinción que le otorgó la Comunidad Autónoma en 1995, cuando lo nombró Hijo Predilecto de la Región de Murcia.
El presidente trasladó su pésame al obispo José Manuel Lorca Planes, a todos los sacerdotes y fieles de la Diócesis, y a los familiares del obispo Javier Azagra.