Un proyecto coordinado por la organización CIRCE, en colaboración con ANSE y el INRH de Marruecos, ha estudiado los cetáceos del sur del Mar de Alborán. Cetasur, que cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad (Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente), compara las poblaciones de mamíferos marinos de ambas orillas.
El proyecto Cetasur se ha desarrollado integramente durante este año 2014, y ha supuesto un recorrido de más de 2500 millas náuticas a bordo del velero de época Else, restaurado y gestionado por ANSE. Tras dos campañas (la última finalizada en octubre) y más de 3 meses de navegación desde las costas mediterráneas españolas hasta la frontera con Argelia y el Estrecho de Gibraltar, cruzando en varias ocasiones el mar de Alborán, se han podido identificar seis especies de cetáceos en la orilla sur del Mar de Alborán con un total de 178 avistamientos, entre los que destacan 51 observaciones de delfín mular y de delfín común, 34 de delfín listado, así como 11 de calderón común, 7 de calderón gris y 6 de zifio de Cuvier.
Este proyecto, que ha aunado esfuerzos en ambas orillas, ha contado con la participación, además de CIRCE, de la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) y del Instituto de Investigación Pesquera del Reino de Marruecos (INRH), y ha tenido el apoyo de la Fundación Biodiversidad. El proyecto destaca la importancia en la colaboración de entidades de ambas orillas del Estrecho y del Mar de Alborán en busca de un objetivo común, la conservación de los mamíferos y recursos marinos de estas aguas.
Durante las estancias en puerto se han desarrollado actividades, charlas divulgativas, reuniones y navegaciones con ONGs, pescadores y profesores marroquíes para buscar su participación en la conservación de los cetáceos y recursos marinos costeros.
Actualmente se están analizando los datos obtenidos en estas campañas y, tal y como confirma el presidente de CIRCE, Philippe Verborgh “hemos comprobado que algunos calderones comunes avistados en el sur del Mar de Alborán son los mismos que encontramos en la zona norte, en aguas españolas. Esto es algo que intuíamos y que ahora podemos confirmar”.
Por otro lado, también destacan los resultados del análisis de poblaciones de delfines mulares, en las que, según Verborgh “se han identificado más de 200 individuos en aguas costeras de la cuenca sur del Mar de Alborán y estamos analizando estas poblaciones para saber si, como ocurre en el caso de los calderones, hay alguna coincidencia con los del norte de Alborán”. Como dato destacado, las poblaciones de delfín mular se han visto a menudo interaccionando con pesquerías marroquíes, al igual que ocurre en la costa española, pero parece tratarse de individuos diferentes, aunque aún es pronto para asegurar que esto es así en todos los grupos.
Para el doctor Hicham Masski, del INRH, “los primeros resultados de las campañas mejoran de manera significativa los conocimientos de las poblaciones de cetáceos de la costa mediterránea de Marruecos, mostrando una abundancia inesperada de poblaciones. El estudio de los datos y muestras que se han recabado, permitirán importantes avances científicos sobre los cetáceos del Mar de Alborán”.
El Director de ANSE, Pedro García, confía en que “la información obtenida contribuya a la aplicación de planes y medidas de conservación y gestión de los cetáceos y sus hábitats tanto en la orilla norte como en la sur del Mar de Alborán, siendo especialmente urgente ayudar a las autoridades y administración marroquí a aplicar esas medidas de gestión en lugares declarados protegidos como el Parque Nacional de Alhucemas entre otros”.
Las observaciones de zifios de Cuvier en el entorno de la Isla de Alboran confirman la importancia de este área para su conservación en el Mediterráneo. Estos animales peculiares están incluidos en el Anexo I de la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres (CMS), del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, como se ha ratificado en la Undécima Reunión de la Conferencia de las Partes que concluyó el pasado 8 de noviembre. La inclusión de especies en dicho Anexo conlleva una protección estricta, así como la aplicación por los paises miembros de esfuerzos especiales para conservar sus hábitats y limitar las amenazas que les afectan. Tanto España como Marruecos han firmado esta convención.