Compartiendo la cocina de Compartir, una clausura de altos vueltos

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La mano derecha de Ferrán Adriá en El Bulli, Oriol Castro, y cofundador del restaurante Compartir, clausura la tercera edición de Murcia Gastronómica

Es una cocina «sencilla, divertida, con toques modernos» y basada en una filosofía concreta, la de compartir. Y es que es así como se llama el restaurante del prestigioso chef Oriol Castro, mano derecha de Ferrán Adriá en El Bulli, que ha compartido en Murcia Gastronómica nueve espectaculares platos basados en el respeto al producto y combinaciones innovadoras que invitan al comensal a sorprenderse y a disfrutar de la buena mesa.

En la última ponencia de este congreso gastronómico, organizado por 'La Verdad', este cocinero ha explicado algunas de las técnicas que día a día lleva a cabo en su cocina en la que se nota la influencia de su maestro Adriá, pero aplicadas a un menú que puede estar «entre los 45 y 50 euros».

Ha comenzado fuerte, con una ensalada de ajo blanco donde se han aplicado las diferentes elaboraciones de El Bulli pero adaptándolas al comensal de ese restaurante, para continuar con una versión de tarta de queso elaborada a base de crema de queso parmesano, tomate confitado en aceite de oliva y albahaca y galletas parmesanas, sin olvidar el papillot de endibias con espuma de gorgonzola que cautivan los paladares más exigentes.

Entrando ya en el mundo marino, Castro ha elaborado unos mejillones con salsa bearnesa, así como unas navajas con una crema de jamón ahumado y pimentón que se «comen en dos bocados», porque hay que «prever cómo será más cómodo para el comensal el comer el plato».

Siguiendo con este toque, prestigioso chef, que continúa colaborando con Adriá en elBulliFoundation, se ha decantado por unas ostras en dos versiones, con manzana y salsa suquet. Entrando ya en unos platos más consistentes, ha explicado su versión de las anchoas, un mar y montaña al estilo de Compartir, un canelón de atún relleno de picadillo de atún y tomate, acompañado de leche de almendras, zumo de olivas y caviar de aceite de olivas. Todo un espectáculo que seguro sorprenden al comensal que se sienta a la mesa.

Asimismo, ha presentado una de las últimas aportaciones a la carta de Compartir, unas sardinas con casis, aceite de eucalipto, yogur y trocitos de manzana que contrastan con el sabor intenso del ingrediente principal. Por último, ha sorprendido con un buey de mar presentado en una concha de erizo con crema de aguacate, salsa dashi, huevas de trucha y yogur.

Han sido nueve platos intensos pero a la vez sencillos, «limpios», como a Castro le gusta definir sus platos, que han puesto el punto y final a un congreso que se ha convertido en punto de referencia de la gastronomía en el sureste español, con chefs de reconocido prestigio que han mostrado su saber hacer ante los fogones y han contestado las preguntas de los asistentes, revelando algunas de las técnicas de vanguardia que son tendencia en la alta cocina.

Pero Murcia Gastronómica ha sido mucho más. Ha sido aprendizaje para los más pequeños, que han puesto las manos en la masa, incluso con sus padres, y que han elaborado sushi, minipizzas, dulces, mazapanes. También para los adultos que por medio de los más de talleres y catas han conocido de primera mano los secretos de los vinos, de los quesos, de la coctelería y de los maridajes.

Además han sido días de degustar, de despertar los cinco sentidos en La Calle de las Tapas, que ha reunido a medio centenar de expositores que han presentado lo mejor de su casa, desde pequeñas tapas a los últimos y más exquisitos vinos de todo tipo, sin olvidar la zona de coctelería, donde se han disfrutado de los más sabrosos cócteles.

Los asistentes a este congreso también han podido saborear un menú con estrella Michelin, el del chef murciano Pablo González-Conejero, del restaurante Cabaña Buenavista, que un año más ha trasladado su cocina hasta los salones del Auditorio y Centro de Congresos Víctor Villegas de Murcia para que los comensales conozcan de primera mano un menú de siete platos exquisitos y muy bien elaborados.

Han sido cuatro días de intenso trabajo en el que la labor de los voluntarios ha sido clave. Gracias a los más de 200 cocineros, camareros y azafatas procedentes del Centro de Cualificación Turística, el IES La Flota, la Escuela Molina Real, el Centro Integral de Formación Profesional de Cartagena y la Universidad de Murcia por su esfuerzo y corazón durante estos días.

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