La carrera continua o "running", como se le conoce últimamente, es el deporte que más ha crecido en número de seguidores en los últimos años, a pesar de ser una disciplina tan antigua como nuestra propia existencia.
Los estudios demuestran que durante la práctica de este ejercicio se liberan las "moléculas de la felicidad", las mismas que nos provocan sensación de bienestar al comer chocolate o cuando nos enamoramos, las endorfinas. Éste puede ser el principal motivo por el que este deporte está en pleno auge, pero los expertos alertan de que la mala práctica está provocando lesiones que pueden llegar a ser crónicas en algunos usuarios.
Antonio Torres, médico de Urgencias de Hospital La Vega, asegura que "es un deporte sencillo, sano y muy económico, pero antes de practicarlo debemos tener varios aspectos en cuenta.
No es lo mismo correr en cinta que hacerlo en la calle, el impacto es mucho mayor y por lo tanto puede acarrear más problemas.
El nuevo "runner" deberá iniciarse progresivamente en la carrera y hacerse un estudio cardio-deportivo previo, con prueba de esfuerzo, en la que se descartan patologías cardíacas y se miden las capacidades máximas individualizadas, y revisar su pisada, ya que es uno de los motivos que más lesiones genera. Hay personas que apoyan con la parte derecha del pie (pronador), con la izquierda (supina), con el talón o con la puntera. Siempre es recomendable hacerse un estudio previo o grabarse en vídeo para averiguar cómo es tu pisada y saber si es necesario el uso de plantillas especiales".
Higiene postural al correr
Los expertos recomiendan que antes de comenzar a practicar el "running" tengamos unos fáciles consejos en cuenta para disfrutar de los múltiples beneficios de este deporte al cien por cien:
Cabeza alta y mirada al frente y hombros relajados evitando así que la zona del cuello y trapecio acaben sobrecargadas.
Los brazos, que deben estar en un ángulo de 90 grados, han de moverse libremente hacia delante y hacia atrás en sentido contrario al de las piernas de modo que el cuerpo siempre esté en equilibrado con el suelo y facilitando la pisada correcta.
La columna vertebral tiene que estar recta sin llegar a tener una posición de bloqueo y la cintura debe moverse con libertad según el movimiento de nuestra zancada pero nunca de forma busca, ya que de ese modo podríamos causar demasiada presión sobre la zona lumbar y verse afectada, para evitarlo puede ser útil que el abdominal esté más o menos contraído. Es muy recomendable, que en nuestro entrenamiento habitual se realicen ejercicios de abdomen y lumbares, de esta forma fortaleceremos la espalda y conseguiremos que sufra menos durante la carrera continua.
Las piernas, semiflexionadas sin levantar demasiado las rodillas intentando que la zancada sea corta y la pisada ideal sería aquella intermedia entre el talón y la puntera, nunca de puntillas y tampoco, como es habitual, dejando caer todo el peso sobre la parte de atrás de la planta del pie.
La carrera es un ejercicio físico de mucho impacto y puede causar lesiones graves y crónicas, por lo que, antes de apuntarnos a la comunidad del "running", visitemos al especialista para que nos asegure de que disfrutaremos de todas sus ventajas sin contraindicaciones.