En Calasparra, la plantación fue descubierta durante el seguimiento realizado por un caso de violencia de género
Al arrestado de Calasparra se le atribuye la presunta autoría de los delitos de quebrantamiento de condena, tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas
La Guardia Civil de la Región de Murcia ha desarrollado dos investigaciones en Beniaján y Calasparra que se han saldado con la detención de tres personas por delitos de tráfico de drogas, al ser los presuntos responsables de dos plantaciones de marihuana con más de medio centenar de plantas. El arrestado en Calasparra fue sorprendido cuando incumplía una orden de alejamiento, por lo que se le ha imputado también un supuesto delito de quebrantamiento de condena, además de otro de tenencia ilícita de armas por hallarse en posesión una escopeta de caza sin la preceptiva licencia de armas.
Las actuaciones se iniciaron a mediados de agosto, cuando la Benemérita obtuvo varios indicios sobre una plantación de marihuana en la pedanía murciana de Beniaján, por lo que se inició una investigación para ubicar la plantación e identificar a las personas que se encontraban tras esta actividad ilícita.
Después de realizar numerosas batidas por la zona de huerta donde supuestamente se encontraba la marihuana, los investigadores hallaron en el interior de una finca de limoneros una plantación de cannabis sativa meticulosamente camuflada entre los propios frutales y una elevada vegetación existente.
La investigación continuó su curso para identificar a las personas que se encontraban tras la plantación, unas gestiones que dieron resultado positivo poco después, al identificar a dos hombres, un padre y su hijo, quienes tenían arrendado el huerto donde se hallaba la marihuana.
Una vez obtenidos todos los indicios necesarios y tras localizar a los sospechosos, la Guardia Civil procedió a su detención, como presuntos autores de delitos de tráfico de drogas, y posterior puesta a disposición judicial junto con la plantación de marihuana incautada.
Paralelamente, en Calasparra, la Benemérita desarrollaba otra investigación, en este caso iniciada en el marco de las actividades que lleva a cabo la Guardia Civil para el seguimiento de las víctimas de la violencia de género.
Agentes especializados en prevención de seguridad ciudadana se trasladaron hasta el domicilio de una víctima de violencia de género con la finalidad de comprobar el cumplimiento de la orden de alejamiento entre ésta y su marido. Tras entrevistarse con los guardias civiles, la víctima indicó que su marido se encontraba en el interior del domicilio, por lo que se procedió a su detención por un supuesto delito de quebrantamiento de condena, al incumplir la orden de alejamiento dictada por la autoridad judicial.
Durante la detención, los guardias civiles observaron que en unos de los extremos del porche de la vivienda había una plantación de marihuana compuesta por más de una veintena de plantas de un metro y medio de altura aproximadamente, las cuales se encontraban en su fase de secado e iban a ser distribuirlas durante la celebración de las fiestas patronales del municipio.
Tras el hallazgo e incautación de la plantación, así como la imputación al arrestado de un delito de tráfico de drogas, los guardias civiles iniciaron un dispositivo de vigilancia sobre la vivienda en el que observaron cómo el hijo menor del detenido salía del inmueble intentando ocultar algún un objeto entre unos matorrales.
Posteriormente se comprobó que el objeto ocultado por el hijo del detenido era una escopeta de caza que presuntamente utilizaba el padre, a pesar de carecer de licencia de armas y estar privado del derecho de porte y tenencia de armas por orden judicial hasta mayo de 2016, por lo que se imputó al progenitor además un delito de tenencia ilícita de armas.
En estas investigaciones, la Guardia Civil se ha incautado de más de medio centenar de plantas de marihuana, que iban a ser distribuidas de forma inminente. Además ha intervenido un arma larga de fuego, tipo escopeta, que poseía ilícitamente uno de los arrestados.
Los detenidos tres varones, con edades comprendidas entre los 25 y los 63 años, vecinos de Murcia y Calasparra y con antecedentes policiales, los efectos incautados y las diligencias instruidas han sido puestos a disposición de los juzgados de instrucción de Murcia y Calasparra respectivamente.