La Dirección General de Consumo, Comercio y Artesanía inicia la Campaña de Verano de Consumo 2014, que ha organizado conjuntamente con la Federación Murciana de Asociaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios Thader Consumo, con una serie de consejos de cara a las rebajas en los comercios,
La directora general de Consumo, Comercio y Artesanía, Ana Cobarro, afirmó que "los gastos del hogar se llevan una gran parte de nuestros ingresos, y más en época de vacaciones y rebajas, por lo que consideramos importante recordar a los consumidores de la Región algunas fórmulas efectivas para reducir costes a través de un consumo responsable".
Asimismo, la directora general explicó que la duración de las rebajas la decide libremente cada comerciante y destacó que "los consumidores tienen que saber que en este período tienen los mismos derechos que durante todo el año".
Recomendaciones
Durante la temporada de rebajas se reduce el precio, no la calidad del producto, y los artículos que están a la venta deben ser de temporada.
Además, tendrán que haber estado a la venta con anterioridad, y durante el plazo mínimo de un mes, en la oferta habitual del comercio. Deberán estar en perfectas condiciones, no ser defectuosos ni estar fabricados expresamente para estas ventas. Asimismo, se deben rechazar los artículos que no reúnan las debidas condiciones sanitarias y de seguridad.
No se puede calificar como venta en rebajas la de aquellos productos no puestos a la venta en condiciones de precio ordinario con anterioridad, así como la de los productos deteriorados o adquiridos con objeto de ser vendidos a precio inferior al ordinario. Está prohibido ofertar como rebajados artículos deteriorados.
En los artículos deben figurar tanto el precio de origen como el rebajado o el porcentaje aplicable. En caso de segundas o sucesivas rebajas, deberán marcarse los artículos con el precio original, el precio de la primera rebaja y los precios de las sucesivas rebajas.
Es necesario conservar el tique o factura de compra como garantía de una posible devolución o queja. Hay que exigir igualmente el periodo de garantía.
Si un establecimiento admite devoluciones durante toda la temporada, también habrá de hacerlo en época de rebajas, de lo contrario, deberá advertirlo explícitamente. En caso de arreglo a prendas, ocurre igual que en las devoluciones.
Es aconsejable recuperar la práctica de pagar en efectivo, sacando del cajero o banco cantidades concretas de dinero. Así tendremos una idea más precisa y real de lo que estamos gastando. Pagar con tarjetas de crédito o débito es cómodo, pero puede suponer sorpresas desagradables en el momento de su pago.
Los establecimientos que admiten el pago con tarjetas de crédito durante el resto del año están obligados a hacerlos también en época de rebajas, sin recargo alguno sobre el precio.
Durante el periodo de rebajas debe haber existencias suficientes. Si éstas quedan limitadas al agotamiento de los artículos, el comerciante habrá de informar claramente sobre el número total de unidades objeto de la actividad.
El etiquetado debe ser correcto y legible en castellano. En caso de ropa, la etiqueta debe incluir instrucciones de lavado y planchado e informar de los materiales de confección y de los datos de la empresa fabricante.
Se prohíbe la existencia de cláusulas abusivas y en particular las de desvinculación basadas en errores tipográficos y de imprenta.
Se pueden aprovechar las rebajas para renovar, si hace falta, los electrodomésticos, mediante la adquisición de los de eficiencia energética de clase A. Con estos equipos se puede ahorrar hasta un 70 por ciento.
Se deben comprar los productos que se necesiten; no es rentable adquirir artículos que no se necesitan solo porque estén rebajados. Hay que recordar que la prudencia es nuestra mejor aliada. Ser discretos con los gastos que no necesitamos es fundamental.
Comprar en establecimientos que estén adheridos a la Junta Arbitral de Consumo ofrece mayores garantías. Se puede consultar en las páginas naranjas del consumidor.
Se debe solicitar las hojas de reclamaciones cuando no se esté conforme con el servicio prestado. Los establecimientos están obligados a proporcionar al consumidor las hojas de reclamaciones. Todos tienen la obligación de anunciarlas y de tenerlas a disposición de los consumidores y usuarios.
Hay que tener cuidado con los créditos rápidos, que pueden llegar a ser el doble o triple de caros que los tradicionales. El tipo de interés suele ser muy elevado (por encima del 20 por ciento). Aunque puede suponer una forma rápida de obtener dinero, conviene valorar otras operaciones antes de su contratación.