El sobrepeso o la obesidad, la retención de líquidos, la grasa localizada y otras consultas, que surgen cuando se acerca el buen tiempo, y que a priori parecen triviales, pueden esconder patologías y situaciones de riesgo cardiovascular.
Más allá de ser una moda, la obsesión por conseguir el cuerpo perfecto favorece que en los últimos años la detección de problemas cardiovasculares haya aumentado considerablemente. Estas patologías que solo un médico puede diagnosticar y tratar consisten en el estudio exhaustivo de su historia clínica, control de las medicaciones del paciente, hábitos tóxicos y alimenticios, exploración física, diagnosis del tipo de patología grasa que preocupa al paciente y todo ello determinará el tratamiento que debe seguir.
"En condiciones normales, el paciente se someterá a tratamientos que integren diferentes tecnologías como la radiofrecuencia, la lipólisis mediante onda corta, la vacumterapia, los ultrasonidos focalizados, la mesoterapia, la electroporación o la cavitación" asegura Tomás Zamora, medicina estética de Hospital La Vega.
Según la patología del paciente se aplicará una técnica y otra pero el diagnóstico médico resulta esencial sobre todo para descartar posible contra indicaciones. La publicidad que a diario nos avasalla nos puede hacer confundir tratamientos y efectos, de modo que es necesario la orientación y el estudio de un especialista.
A grandes rasgos, las técnicas más usadas consisten en lo siguiente:
Vacumterapia: moviliza el tejido graso, activando la circulación y desbridando los tejidos grasos compactados.
Radiofrecuencia: promueve el crecimiento de fibras elásticas y de colágeno, dando un aspecto más rejuvenecido y terso.
Mesoterapia: es de técnica de inyectar mediante agujas muy pequeñas determinados medicamentos bajo la piel, en este caso se inyectan sustancias lipolíticas y drenantes, entre otras.
Cavitación: consiste en un ultrasonido que penetra en el tejido graso si éste es edematoso, es decir con mucho agua, y promueve la rotura de la grasa. Cuando la grasa es compacta se inyecta por parte del médico el fluido necesario para hacer penetrar el ultrasonido.
Estas tecnologías han de emplearse de forma controlada por un médico especialista, por lo que se recomienda que acuda al médico para evitar posibles riesgos.