Esas han sido dos de los aspectos que Manuel Bermejo, director de programas de Alta Dirección del IE Business School y experto en empresa familiar, ha hecho referencia en una conferencia en Murcia
La Asociación Murciana de la Empresa Familiar ha impulsado esta jornada que ha contado con más de un centenar de asistentes
Con el objetivo de aportar algunas pautas que ayuden a gestionar con eficacia una empresa familiar, Manuel Bermejo ha ofrecido en Murcia una conferencia en la que ha expuesto una hoja de ruta con aquellos aspectos que empresarios y directivos deben valorar para alcanzar los objetivos marcados.
Dentro de una jornada organizada por la Asociación Murciana de la Empresa Familiar (Amefmur), el director de programas de Alta Dirección del IE Business School abordó los secretos para la continuidad y la rentabilidad de las empresas familiares basándose en la larga experiencia que acumula formando y asesorando a este tipo de compañías en España, Europa y Latinoamérica.
“Contar con una dirección eficaz es clave no solo para el presente de las empresas familiares, sino también para garantizar su permanencia en el futuro. Un futuro que es también el de nuestro sistema productivo, ya que éstas aportan el músculo sobre el que se sustenta”, ha explicado Isabel Sánchez, presidenta de Amefmur, que se ha encargado, junto con el presidente de CROEM, José María Albarracín, de abrir el acto.
Su intervención dio paso al ponente que, en su conferencia, ha repasado seis pasos básicos a tener en cuenta. El primero de ellos hace referencia a la capacidad de las empresas para comprender y adaptarse a un entorno que está en constante cambio. Este punto es para Manuel Bermejo, la base sobre la que se estructura todo lo demás. Una vez asumida esta parte, el siguiente paso es convertir en oportunidades las características específicas de las empresas familiares. “Este colectivo presenta singularidades que hay que atender planificando con coherencia, con tiempo y mejor cuando el negocio va bien; pero detrás también hay una empresa”, ha indicado.
El tercer paso, denominado modelo de la doble derivada, se basa en unas reglas que pasan, entre otras cosas, por “definir un proyecto que aglutine a la familia; identificar los valores que han llevado al éxito para incorporarlos formalmente al código genético de la empresa familiar; definir los roles; o sentar las bases para la gestión de conflictos”.
Atender correctamente los retos de la familia –pensar en el bien general, lealtad y generosidad- y los retos de negocio –para lo cual es básico contar con un líder emprendedor que sea capaz de identificar las oportunidades- han sido otros de los puntos analizados. Además, Manuel Bermejo también ha señalado la importancia de contar con ayuda externa ya que “hay múltiples formas de asesorar y de colaborar en la institucionalización de una empresa familiar. Debemos elegir la más práctica para el cumplimiento de los objetivos previstos”.
La jornada ha finalizado con un coloquio en el que el centenar de asistentes a la misma ha tenido la oportunidad de compartir sus inquietudes y experiencias con el ponente.