El cierre de las plantas pone en peligro la sostenibilidad de más de 3.000 explotaciones ganaderas, implica la pérdida de 4.200 empleos y provoca un grave problema medioambiental.
Las organizaciones agrarias COAG y UPA califican de "lamentable" la actitud del Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, en torno al cierre de las plantas de tratamiento de purines. A pesar de las reiteradas peticiones de reunión, el Ministro de Agricultura no accede a mantener un encuentro con el conjunto del sector porcino para abordar posibles soluciones.
El cierre de las plantas pone en peligro la sostenibilidad de las más de 3.000 explotaciones ganaderas que actualmente gestionan sus excedentes de purines en las 29 plantas de tratamiento que hay en España, e implica la pérdida de más de 4.200 empleos directos e indirectos, en su mayoría en entornos rurales.
Además, estas centrales permiten a las explotaciones porcinas llevar a cabo una gestión adecuada de los purines, de manera que se pueda mantener la actividad ganadera en el territorio y se garantice una correcta gestión de 2,5 millones de toneladas anuales de residuos que, de no ser tratados, conllevan un importante impacto medioambiental, cifrado en 700.000 toneladas de CO2. El cierre de las plantas implicará, previsiblemente, el incumplimiento de la Directiva Nitratos 91/676/CEE, con la posibilidad de sanciones por parte de la UE.
El sector porcino es el principal motor económico de muchas comarcas, un referente para la economía española que representa más del 14% del PIB industrial y genera más de dos millones y medio de empleos, de los cuales cerca de 200.000 son puestos de trabajo directos, y con un volumen de negocio de más de 6.000 millones de euros anuales.