La noche del sábado 16 en el Cartagena Jazz Festival llenará el Nuevo Teatro Circo, 21:30 horas, de sonidos americanos, y es que un programa doble con Josh Rouse y James Hunter da garantía de ello. Rouse que lleva varios años siendo un hombre feliz suma a esa alegría el hecho de haber sido padre, lo que según sus propias palabras ha supuesto las bases del disco que presentará en Cartagena 'The Happiness Waltz'. Por su parte James Hunter, aunque nacido en Reino Unido, domina como pocos músicos las claves del soul y el R&B de primera escuela norteamericana. Tras un tiempo alejado de los focos de la actualidad, James Hunter vuelve a girar y a visitar España. Presentará su Minute by Minute.
Josh Rouse lleva varios años siendo muy feliz tras haber encontrado el amor y nuevos músicos en España. Es algo que nos contó en el divertido y despreocupado disco 'El Turista'. Ahora suma a esa alegría el hecho de haber sido padre, lo que según sus propias palabras para explicar lo que ha supuesto el disco que presentará en Cartagena 'The Happiness Waltz', ha marcado las composiciones.
Décimo álbum de su carrera, supone la vuelta de Josh a algunos de los registros que le han convertido, durante sus casi quince años de carrera, en una referencia de primer orden, un autor e intérprete único. Su particular tránsito por el mundo del folk-pop ha conocido diferentes etapas en estos años, desde sus introspectivos inicios de joven cantautor, hasta que poco después el mundo descubrió su talento gracias a obras tan indispensables como 1972 (2003) y Nashville (2005), culminando con su posterior asentamiento en España, que propició álbumes como Subtitulo, El Turista o el aún reciente Josh Rouse & The Long Vacations. Dicho arco creativo ha dado como resultado The Happiness Waltz, una síntesis perfecta de lo nuevo y lo viejo, quizás su obra más homogénea y compacta, marcada especialmente por su familia.
El nuevo disco de James Hunter "Minute by minute" ya está a la venta. Si no conocen a este músico británico de soul, criado musicalmente al abrigo de Van Morrison a principios de los noventa, hagan la siguiente prueba. No miren la portada. Y si recurren a alguna plataforma online para escucharlo, simplemente aprieten el play. Comenzará a sonar Chicken swift y el sonido les llevará hasta Aretha Franklin, Solomon Burke y Etta James. Ahora ya pueden mirar la foto. A los padres del género les ha salido un hijo bastardo y blanco, además de nacido entre las vías del ferrocarril de Essex, al este de Londres. Han pasado cinco años desde que Hunter entregara The hard way.
En este tiempo ha rebautizado a su banda como The James Hunter Six, una forma natural de reconocer al grupo de músicos que le han acompañador durante tantos años, ha perdido a su mujer por un cáncer que se la llevó demasiado rápido y ha grabado por primera vez un disco en Estados Unidos. "Es el secreto mejor guardado del soul", dijo de él Morrison. Su relación comenzó en los noventa, cuando el autor de Brown eyed girl le incorporó a sus filas después de verle en un concierto en Gales. Pasaron unas cuantas giras hasta que Hunter se independizó ya tocando la cuarentena.
En 2006, tres años después de despedirse de su mentor y tras su necesario paso por el ferrocarril, publicó su primer disco People gonna talk. Tiene la habilidad de crear canciones que suenan clásicas en el sentido literal del término. Canciones con personalidad a la par que emocionantes.