El concejal de Izquierda Unida-Verdes Ignacio Tornel ha denunciado el intento de desahucio de una vecina octogenaria del barrio de La Paz de Murcia el pasado viernes. Un hecho de la mayor transcendencia pues "jamás una familia de La Paz, por muy humilde que fuera, había sido desahuciada por un banco porque les protegía el Estado concediéndoles una vivienda de protección pública."
Para Tornel, "por enésima vez se demuestra quién está pagando las consecuencias de la crisis creada por los especuladores, no por los ciudadanos: las familias, los ancianos, las personas más débiles".
El concejal de izquierdas afirma que "nadie se ha dirigido al barrio La Paz en cuarenta años salvo para intentar un pelotazo urbanístico, inaugurar belenes por Navidad, cortar el agua o desahuciar. Podemos afirmar que el barrio sobrevive gracias al esfuerzo de las trabajadoras sociales municipales y entidades solidarias".
En materia de vivienda, Tornel denuncia el proceso de privatización de las 1502 viviendas de promoción pública que forman la mayor parte de La Paz, con el único objeto de favorecer el negocio de los especuladores. "Esta figura de la vivienda de promoción pública era un seguro de vida para las familias trabajadoras de La Paz, que han podido disfrutar de una mínima seguridad a base de pagar un alquiler asequible durante 40 años para ahora verse en manos de los bancos".
Esta situación de precariedad demuestra además la inmensa mentira de los "farsantes y su piara" que desde hace nueve años han prometido a los vecinos de La Paz una prosperidad falsa que nunca ha llegado ni llegará. "El proyecto especulador alentado por el alcalde de Murcia solo puede terminar en desahucio para las familias de La Paz porque no está pensado para ellas sino para sus amigos especuladores, esos que han desaparecido sin asumir ninguna de sus fanfarrias ni el daño provocado".
"El alcalde de Murcia, junto al resto de los investigados por el caso Umbra, son los precursores del modelo urbanístico corrupto, depredador y excluyente que ha invadido esta ciudad en las últimas dos décadas y que ha servido para empobrecer a los vecinos de Murcia. Enviar a los Servicios sociales municipales a La Paz es una forma de cubrirse el rostro y no dar la cara sobre su auténtica política social".