Señaló que "la Consejería está dispuesta a trabajar con los pescadores en esta línea y a iniciar programas de cogestión pesquera en el seno de los grupos de acción costera que han sido propuestos para el período 2014-2020"
La directora general de Ganadería y Pesca, Carmen Teodora Morales, destacó que "el futuro de la flota de pesca artesanal que faena en la Reserva Marina de Cabo de Palos-Islas Hormigas está en respetar el equilibrio del ecosistema zonal y en trabajar por sacar un valor añadido a sus productos".
El área protegida de la Reserva y sus proximidades proporcionan un pescado fresco de alta calidad, capturado con artes selectivos, que es muy apreciado por los consumidores y, en especial, por los restaurantes locales.
En este sentido, Morales señaló que "esta flota goza de unos bajos costes de explotación si la comparamos con otras modalidades de pesca como el arrastre, cerco o palangre, lo que puede permitir una buena gestión de los recursos". Añadió que "la pesca artesanal debe basar su economía no en la cantidad, sino en la calidad de sus productos"; y dijo que "la Consejería está dispuesta a trabajar con los pescadores en esta línea y a iniciar programas de cogestión pesquera en el seno de los grupos de acción costera que han sido propuestos para el período 2014-2020".
La responsable de Pesca apuntó que "la Política Pesquera Común aboga por una pesca inteligente, innovadora y sostenible, una pesca que permita una elevada selectividad en las capturas que realiza, con alternancia de artes de pesca que se adapten fielmente a las especies objetivo que persiguen capturar". Morales puntualizó que "las pesquerías que realizan la flota artesanal de Cabo de Palos son un claro ejemplo de pesca sostenible cuyas características de selectividad y respeto las hacen merecedoras de trabajar en este espacio marino".
Reserva Marina desde 1995
La zona de Cabo de Palos-Islas Hormigas fue declarada como Reserva Marina en 1995 por su elevada diversidad y riqueza biológica, el buen estado de conservación de sus ecosistemas y el gran interés pesquero para su entorno. Se extiende desde Cabo de Palos hacia el Noroeste, con una superficie de 1.850 hectáreas y forma rectangular, abarcando aguas interiores y aguas exteriores. La gestión de la Reserva Marina se realiza conjuntamente entre la Secretaría General del Mar, perteneciente al Ministerio de Agricultura, y la Dirección General de Ganadería y Pesca de la Consejería de Agricultura y Agua.
La creación de la citada Reserva tuvo como objetivo preservar una zona que es generadora de recursos pesqueros, gracias a su estructura geomorfológica, a las corrientes marinas que en ella confluyen, y sobre todo a estratificación equilibrada de sus poblaciones pesqueras que contribuyen a la buena salud del ecosistema.
La normativa al respecto define una zona de Reserva Integral en la que se prohíbe cualquier tipo de pesca marítima. Sin embargo, en el resto del espacio protegido se permite el ejercicio de la pesca profesional con las artes tradicionalmente utilizadas en la zona. Está prohibida la pesca recreativa desde superficie, así como la pesca submarina.
Regular el buceo
Los atractivos de la Reserva Marina hacen de ésta un lugar único para el buceo recreativo. No obstante, la responsable de Pesca advirtió que "el buceo excesivo puede generar impactos inadmisibles dentro de una reserva, por lo que la Consejería propondrá ,en breve, una nueva regulación de esta actividad".
Añadió que "es necesario que el buceo en estas áreas de elevado interés ecológico se encuentre perfectamente regulado y sujeto a limitaciones de horario, de acceso a usuarios y de titulaciones habilitantes". Las inmersiones en la Reserva marina de Cabo de Palos, explicó, "deben realizarse bajo estrictos parámetros de seguridad y conocimiento del medio que se va a contemplar, y no mediante un buceo masivo exclusivamente comercial, que podría poner en riesgo un espacio tan singular, el cuál debe ser gestionado al mismo nivel que se hace en los parques nacionales".