La Consejería de Industria, Empresa e Innovación, a través de la Dirección General de Consumo, Comercio y Artesanía, recomienda adoptar pautas de consumo responsable mediante las que se contribuye, entre otros aspectos, a un mayor ahorro económico y al respeto del medio ambiente.
Un consumidor consciente, informado y que toma decisiones en el transcurso de su día a día, puede influir en las reglas y patrones de producción y comercialización de cualquier tipo de producto, apuntan desde Dirección General de Consumo, Comercio y Artesanía.
Hay que tener en cuenta a la hora de poder llevar a cabo un consumo responsable que es necesario disponer de una información correcta, objetiva, comprensible y adecuada de todos los productos, bienes y servicios que se nos ofertan, así como conocer los derechos y los mecanismos para la protección de los intereses económicos y sociales de los consumidores.
Entre estos derechos que velan por la seguridad de los consumidores a lo largo a todo el proceso de compra de un producto, desde la publicidad inicial a la posventa, están el derecho a recibir un presupuesto previo, a que se prohíba la edición y difusión de publicidad ilícita, a recibir copia del contrato y factura de la compra, así como a disponer de hojas de reclamaciones, entre otros.
Se recomienda conservar el justificante de compra o el contrato de un servicio y en caso de reclamación, si se producen deficiencias, efectuar dicho trámite por medio del sistema de reclamaciones que disponga la empresa, quedando constancia escrita del inicio del proceso. Si no se ha obtenido un resultado satisfactorio, se puede formular la oportuna reclamación o denuncia ante los servicios de las administraciones públicas.
Asimismo, los consumidores tienen derecho a que los productos y servicios puestos a su disposición sean seguros. Los riesgos que se puedan derivar de la utilización adecuada de los productos y servicios, deben ser debidamente informados a los consumidores, a través de las correspondientes instrucciones uso.