La Consejería de Industria, Empresa e Innovación, a través de la Dirección General de Industria, Energía y Minas, recuerda a los ciudadanos, con motivo del incremento del número de desplazamientos en verano, que "atender a pautas de eficiencia en la conducción, conlleva una reducción en el consumo energético que se traduce en una disminución de los costes y de las emisiones de gases contaminantes.
Conducir de manera eficiente, sin acelerones y con los neumáticos con la presión correcta, puede suponer la disminución del consumo hasta en un 15 por ciento, lo que contribuye al mismo tiempo a una reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera.
El director general de Industria, Energía y Minas, Pedro Jiménez, explicó que "llevar a cabo una conducción eficiente supone, entre otros aspectos, tener especial cuidado en el arranque del vehículo, el uso de las marchas de forma adecuada, la utilización del acelerador o la anticipación frente a situaciones imprevistas del tráfico".
"El aire acondicionado o la climatización es otro de los elementos que tienen mayor influencia en el consumo global de carburante", apuntó Pedro Jiménez, quien añadió que "la temperatura recomendada en el interior del vehículo debe oscilar entre los 23 y los 24 grados, lo que permite una sensación de bienestar durante la conducción, a la vez que un gasto más controlado del carburante".
En cuanto a los tipos de combustible, el gasóleo tiene aproximadamente un 13 por ciento más de poder calorífico que la gasolina. Esta es una de las causas del menor consumo de los motores diesel, ya que para la misma energía producida se necesita menos carburante.
El director general de Industria, Energía y Minas recordó asimismo que "el mantenimiento influye de manera notable sobre el consumo, así como el peso soportado por el vehículo durante la conducción que, en caso de ser excesivo, además de someter a un importante esfuerzo a la maquinaria, repercute de forma negativa en la seguridad y en los gastos por reparaciones y mantenimiento".
Otras medidas que permiten a los ciudadanos una mayor eficiencia en la conducción son circular en la marcha más larga y a bajas revoluciones, mantener la velocidad de circulación lo más uniforme posible; en los procesos de aceleración, cambiar de marcha entre 2.000 y 2.500 revoluciones en los motores de gasolina y entre 1.500 y 2.000 en los motores diesel; en los procesos de deceleración, reducir de marcha lo más tarde posible y realizar siempre la conducción con anticipación y previsión.