La fadista Carminho, la experimental Julia Holter y la nueva voz del soul Imany, protagonizan una nueva jornada de La Mar de Músicas

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Los colombianos Monsieur Periné llenarán de swing la plaza del Ayuntamiento

La fadista Carminho, la experimental Julia Holter y la nueva voz del soul Imany, protagonizan una nueva jornada de La Mar de Músicas

La Mar de Músicas esta edición bien podría llamarse La Mar de Mujeres y es que son ellas y sus voces las grandes protagonistas de la 19ª edición del festival, para muestra la jornada de mañana jueves 25 de julio. Y es que pasarán por el festival de Cartagena la gran promesa del soul Imany, que actuará junto a su banda por vez primera en nuestro país, la gran voz del fado Carminho, y la experimental Julia Holter. Además el grupo colombiano Monsieur Perine y la compañía de Do not Disturb (No molestar) completarán la jornada.

¿Cómo es una fadista del siglo XXI? Como Carminho: actual y orgullosamente portuguesa, capaz de dar la vuelta al mundo en un viaje largo para después quedarse a vivir en Lisboa. Alta, espigada, joven y hermosa, pero sin renunciar al pathos, al gesto doliente. Así es Carmo Rebelo de Andrade , la nueva gran sensación del fado en nuestra querida Lisboa, desde que las nuevas generaciones portuguesas se sacudieran —como nosotros con la copla— los trasnochados complejos sociológicos y hasta políticos de antaño. Carminho mamó las esencias del género desde edad temprana y concede bien pocos guiños a la transversalidad: por decirlo gráficamente, está mucho más cerca de Amália Rodrigues que de Mariza. Pero una propuesta clásica y sustancial, tan adusta como su vestuario de negro riguroso.

Hija de la fadista Teresa Siqueira, Carminho ya asomó hace unos años por la película de Saura y ha conseguido el espaldarazo definitivo con un dúo, Perdóname, junto al baladista malagueño Pablo Alborán. Es paradójico que a una vocalista tan rigurosa la termine avalando un ídolo de adolescentes, pero los vericuetos de la fama son inescrutables. Desenvuelta, inteligente, rápida, sonriente, segura de sí misma, asume con orgullo el peso de la tradición pero se define muy hija de su tiempo. Publicó en 2012 su segundo disco, titulado, por elección suya, Alma. "Me decidí por esa palabra porque hay músicas para todo, para bailar, para relajarse, para caminar. Pero el fado es la música del alma. Va desde el alma del que canta al alma del que escucha", dijo en una reciente entrevista en El País. Asegura que no tiene la intención ni de revolucionar ni de cambiar el fado ("porque, entre otras cosas, el fado es mayor que yo"), pero añade: "Las músicas populares cambian sin que te des cuenta". Actuará en el Auditorio Parque Torres, tras Imany encargada de abrir el escenario mañana jueves. El concierto para ver a ambas cuesta 18 euros.

Nadia Mladjao, más conocida como Imany (que significa esperanza en swahili), posee una de las voces más especiales que se ha escuchando en los últimos años. Nació hace 33 años en Martigues, y viene de una familia de las Islas Comoras. De joven fue atleta (especializada en salto de altura) y después se hizo modelo en Europa. Siguiendo los pasos de la sofisticada Carla Bruni, dio el salto de las pasarelas al estudio de grabación. Viajó a Estados Unidos seis años antes de volver a Francia, y allí empezó su carrera musical. En la actualidad vive entre Estados Unidos y Francia. Su estilo, entre el afrosoul, el jazz y el folk, tiene un aire melancólico que acompañado de ese timbre tan particular remueve a todo el que lo escuche.  Se inspira en Nina Simone, Billie Holiday y Tracy Chapman. Su primer disco titulado The shape of a broken heart rezuma soul y rythm and blues con leves toques africanos. Su voz tiene carisma. Ella misma, de por sí, emana carisma.

En el escenario de La Catedral pasará a las 21:30 horas Julia Holter. Por su manera de trabajar con la voz la han comparado con gigantes de la investigación vocal mucho más veteranas, como Laurie Anderson, Meredith Monk, Björk o Kate Bush. En solo siete meses Holter ha publicado dos álbumes y ambos, con ayuda de la influyente Pitchfork, han seducido a una parte de la opinión publicada. Tragedy (2011), su debut inspirado en el Hipólito de Eurípides, y Ekstasis (2012). Aunque empezó a tocar el piano con ocho años y ha recibido instrucción académica, la cantante radicada en Los Ángeles desbroza el mito de la formación clásica en el así llamado pop experimental. Graduada en la prestigiosa CalArts, un instituto para el fomento de las artes fundado por Walt Disney, y crecida en una familia volcada en la música, Holter aplica técnicas de la composición electrónica a canciones pop, logrando resultados sorprendentes. En directo le acompañan dos personas, violonchelo y batería. A pesar de su aparente sofisticación, los dos discos de Julia Holter se han cocinado simultáneamente en su habitación. Ordenador, teclados, sintetizador, un micro, todas las capas imaginables de voz y poco más. Su talento es dificil de calisificar, a camino entre lo popular y la vanguardia artística.

Monsieur Perine y Do not disturb, gratis

En la plaza del Ayuntamiento los colombianos Monsier Periné son los protagonistas de la tarde con su poderoso ensamble de refinado jazz y desparpajado swing. Entre las partículas electrizantes del swing gitano, la base sonora de este ensamble musical, se asoman sin timidez ecos de bossa nova, son cubano, salsa, cumbia, porro y hasta raspa, y todo sin contar con los cuatro idiomas (francés, portugués, inglés y español) con los que Catalina García, antropóloga, musa y front girl a cargo, suele seducir auditorios. Aunque se trata de una mujer petite, su voz es más grande que ella misma. Ella, que con ardiente coqueteo suele tomarse el escenario evocando a la mismísima Edith Piaf, es la dueña de un timbre afinado, rítmico y único. Pero nada sonaría igual si no fuera por los señores músicos, todos profesionales, que la acompañan en esta banda de gran formato jazzistico. Vienen a La Mar de Músicas a presentar su primer disco "Hecho a mano".

Do not disturb (No molestar) nos traslada a un día de trabajo en cualquier fábrica de principios del siglo XX. Cuatro personajes singulares tendrán que construir una gigantesca rueda y, aunque tienen las instrucciones, no tienen idea de cómo seguirlas, lo que provocará todo tipo de situaciones emocionantes, arriesgadas y divertidas. Do not disturb (No molestar) habla también de pequeñas cosas, de relaciones humanas y de cómo éstas pueden influir directamente en un proceso global. De cómo lo que es un fastidio para unos, para otros puede resultar lo más normal. Plaza Juan XXIII.

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