Las regiones españolas valoran el inicio de una transición a biocarburantes que aporten reducciones de las emisiones de gases de efecto invernadero
El consejero de Presidencia, Manuel Campos, asistió hoy al Consejo de Ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea, celebrado en Luxemburgo, para debatir, entre otros temas, la adopción de medidas de adaptación para hacer frente a los efectos medioambientales, sociales y costes económicos producidos por el cambio climático.
Estas medidas se enmarcan en la voluntad de avanzar por el camino marcado por la Estrategia de adaptación al cambio climático de la UE, con el fin de "evitar los riesgos derivados del cambio climático y, en concreto, los efectos irreversibles más devastadores", subrayó el consejero.
Para conseguir este objetivo, los países europeos deben tomar medidas para hacer frente a los efectos del calentamiento del planeta, adoptándose la mayoría de estas medidas a nivel regional y local. Por tanto, la comunicación interregional será "fundamental para lograr la coordinación entre los diferentes niveles de planificación y gestión", apuntó.
En este sentido, se destacó la importancia de una adaptación temprana y planificada a los efectos del cambio climático, en particular para las regiones y grupos más vulnerables de la sociedad, pues de lo contrario se pueden generar importantes costes adicionales.
Asimismo, se expuso que la adaptación al cambio climático es una cuestión horizontal, que afecta, en mayor o en menor medida, a todos los sectores económicos, sistemas medioambientales y ciudadanos, y en la que hay que tener en cuenta que, debido a la diversidad de Europa, los efectos climáticos y la fragilidad frente al clima varían de una región a otra, por lo que las medidas de adaptación tendrán que tomarse tanto a nivel local, como regional y nacional.
Además, la delegación española incidió en la necesidad de realizar más estudios sobre las evidencias del cambio climático ya detectadas y los impactos esperados en el futuro para avanzar y profundizar en el diseño de medidas y políticas sectoriales de adaptación, así como análisis concretos de los efectos del cambio climático, también regionalizados, distinguiendo los que son debidos a la variabilidad meteorológica o a la climática.
Desarrollo sostenible
Igualmente, el Consejo de Ministros de Medio Ambiente de la UE ha avanzado en la propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo por la que se modifican la Directiva 98/70/CE, relativa a la calidad de la gasolina y el gasóleo, y la Directiva 2009/28/CE, relativa al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables.
Su objetivo es iniciar una transición hacia biocarburantes que aporten reducciones significativas de las emisiones de gases de efecto invernadero, y fomentar el desarrollo de biocombustibles alternativos, conocidos como biocombustibles de segunda generación, a partir de materia prima no alimentaria, como desechos o paja, que emitan muchos menos gases de efecto invernadero que los combustibles fósiles y no interfieran directamente en la producción mundial de alimentos.
Se apostó por avanzar en el conocimiento de los biocarburantes de segunda generación, que podrían contribuir a hacer frente a dos de los principales desafíos en materia de política energética en el área de los transportes: la dependencia del petróleo y la necesidad de reducir las emisiones de carbono.
Por otro lado, los máximos representantes de Medio Ambiente de los Estados miembros de la Unión también analizaron la actuación consecutiva a la conferencia de Naciones Unidas sobre el desarrollo sostenible 'Río+20', que pretende dar una respuesta integral a la erradicación de la pobreza e impulsar el desarrollo sostenible a nivel global con el objetivo de conseguir para 2030 una vida digna para todos.
Se trata de una oportunidad para avanzar hacia una economía verde inclusiva y equitativa y para la definición de la agenda global de desarrollo sostenible después de 2015 y los trabajos en este marco.