Tras la elección, en la tarde de ayer, del nuevo Papa, Su Santidad Francisco I, quiero manifestar públicamente mi alegría personal y la de toda la Iglesia diocesana de Cartagena. A través de la elección de los Señores Cardenales, Dios ha dado nuevamente a su Iglesia un Pastor según su corazón, el Pastor universal que, siguiendo la estela de sus predecesores, continuará guiando la Barca de Pedro, en esta etapa de la historia, con fidelidad al mandato del Señor.
Este acontecimiento constituye una gran alegría para toda la Iglesia universal. El ministerio que Cristo confió al Apóstol San Pedro, de confirmar en la fe a sus hermanos y velar por la unidad de todo el Pueblo de Dios, es el mismo que hoy encomienda al nuevo Romano Pontífice. En él, como Obispo de Roma, Cristo nos ha dado un nuevo Sucesor de San Pedro.
A la vez que manifiesto la alegría de nuestra querida Diócesis por este feliz acontecimiento, deseo expresar mi más cordial felicitación a Su Santidad Francisco I por su elección a la Sede de Pedro, y quiero igualmente manifestar la plena adhesión y la fidelidad, así como la obediencia de toda la Iglesia diocesana de Cartagena a la persona y al Magisterio del nuevo Vicario de Cristo en la tierra.
De igual modo, pido a todos los diocesanos que se unan con gozo a mi acción de gracias a Dios por la elección del nuevo Papa, y pido que eleven oraciones al Supremo Pastor de la Iglesia, nuestro Señor Jesucristo, para que fortalezca y sostenga al Papa Francisco I en la misión que Él mismo le ha encomendado.